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Una nueva plaga amenaza tanto a los castañares como a sus frutos

La avispilla del castaño ha llegado a España desde Asia oriental

Hembra adulta de avispilla del castaño en el momento de poner sus huevos en una yema de este árbol (foto: José Luis Nieves).
Hembra adulta de avispilla del castaño en el momento de poner sus huevos en una yema de este árbol (foto: José Luis Nieves).
sábado 02 de diciembre de 2017, 18:19h

La primera cita europea de avispilla del castaño se registró en el norte de Italia en el año 2002. Diez años después, en 2012, había alcanzado Cataluña y, desde entonces, se ha extendido por la cornisa cantábrica y Galicia, alcanzando incluso la provincia de Málaga. Las alarmas se dispararon cuando las cosechas de castañas empezaron a verse amenazadas.

Por José Luis Nieves y Diego Gil

Junto con hayas y robles, el castaño (Castanea sativa) es uno de los componentes más característicos de los bosques y sotos caducifolios de España. Tiene, además, una importancia económica de primer orden debido al aprovechamiento de leñas y maderas, por un lado, y al cultivo de sus frutos, las castañas, por otro. Nuestra importante producción de castañas sitúa a España en el segundo lugar de Europa, sólo por detrás de Italia. Los sotos, bosques y cultivos de castaño están muy ligados a la economía de las poblaciones donde se asientan, pero tienen también gran relevancia paisajística y medioambiental como sustento de una rica biodiversidad, sin menoscabo de otros valores socioculturales, etnográficos e históricos vinculados al cultivo secular de este árbol.

En cuanto a la superficie ocupada por el castaño en España, alcanza actualmente unas 126.000 hectáreas, lo que sitúa a nuestro país en tercer lugar dentro de Europa, por detrás de Francia e Italia. En el tercio norte peninsular, las mayores masas de castaño están situadas en la confluencia entre Galicia y Castilla y León, así como en Asturias, Cantabria, País Vasco y Cataluña. El castaño también cubre extensas áreas del Sistema Central, los Montes de Toledo y muchas sierras extremeñas, mientras que más al sur existen masas importantes en la Sierra de Huelva, valle del Genal y Sierra de las Nieves (Málaga), con algunas formaciones de menor extensión en los sistemas montañosos granadinos. La gran superficie ocupada actualmente por el castaño se ve favorecida desde hace siglos por la introducción y dispersión artificial de este árbol, cuyos orígenes se remontan a tiempos anteriores a la conquista romana.

Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.

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