Golondrinas: no tan comunes como creíamos

Mensaje uno: “¿Problemas con golondrinas? Para librarse de estos pájaros puede contratar nuestros servicios especializados de control poblacional”. Mensaje dos: “En 2004 se estimó una población de 30 millones de golondrinas comunes en España. Lamentablemente, las estimaciones actuales indican una reducción en torno a 10 millones de ejemplares”. Ambos mensajes, claramente contradictorios, conviven en el espacio digital y tienen su reflejo en una realidad cotidiana que afecta muy directamente a la golondrina común (Hirundo rustica).

El primero, leído en la web www.controldeaves.com, que se presenta como “Antipalomas y control de aves en toda España”, podría incluso ser delictivo, si no fuera porque se atempera de esta manera: “Lo primero que hay que destacar cuando se tiene un problema con golondrinas, con aviones o con vencejos es que la ley impide destruir sus nidos mientras están ocupados”. Y se recomiendan medidas para impedir su nidificación y ahuyentar a estas aves, incluida la destrucción de nidos tras la cría. Es decir, fomentan que se consolide una de las causas de regresión poblacional que los expertos han señalado para un ave de las consideradas comunes hasta la fecha: la pérdida o abandono de buenos de lugares de nidificación.

El segundo mensaje es de SEO/BirdLife y forma parte de la información y de la alerta que han acompañado a la declaración de la golondrina común como Ave del Año 2014. En este caso la recomendación es muy diferente: “Siempre que sea posible, debe evitarse la retirada de nidos poco deteriorados, puesto que las golondrinas suelen reconstruirlos y esto hace disminuir su esfuerzo durante la reproducción”.