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EL AVE NECESITA MÁS PROTECCIÓN Y GESTIÓN DE SUS PRINCIPALES REFUGIOS

Conservar la hubara canaria, cuestión de prioridades

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
La hubara canaria se está recuperando, sobre todo en la isla Lanzarote, donde viven más de dos tercios de la población total del archipiélago, de unos setecientos ejemplares. Pero un estudio sobre esta ave amenazada ha detectado que la protección legal y la gestión territorial de sus principales refugios, concentrados en una superficie relativamente pequeña, es aún insuficiente.

Texto: Luis M. Carrascal, David Palomino, Javier Seoane y César L. Alonso
Fotos: Luis M. Carrascal
La hubara canaria o avutarda hubara (Chlamydotis undulata) es una especie propia de medios desérticos y semidesérticos de la franja que se extiende desde el norte de África hasta Asia central, cuyas poblaciones residentes en Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa se distinguen por ser las únicas insulares de toda su extensa área de distribución mundial. A la población canaria se la considera una subespecie endémica (C. u. fuertaventurae), aunque recientemente se ha cuestionado tal estatus taxonómico (1, 2).

Está catalogada como “En peligro” en el Libro Rojo de las Aves de España. BirdLife Internacional le asigna la máxima prioridad de conservación (SPEC-1) en Europa y tiene un elevado estatus de protección jurídica: aparece como “En peligro de extinción” en los catálogos nacional y regional de especies amenazadas, publicados en marzo de 1989 y agosto de 2001, respectivamente.

A pesar de la preocupación por su estado de conservación, se conoce todavía poco sobre algunos aspectos básicos de la historia natural de la hubara canaria, así como de su tamaño y tendencias poblacionales. Para arrojar luz sobre estas cuestiones, hemos realizamos una serie de estudios por encargo de la Consejería de Medio Ambiente de Canarias (3, 4, 5), que financió el trabajo de campo a través del proyecto Centinela, dedicado a censar las aves estepáricas de las islas orientales del archipiélago. Hemos publicado los resultados recientemente en revistas científicas (6, 7).

En febrero y marzo de 2005 y 2006 efectuamos transectos lineales para datar la abundancia de la especie y sus preferencias de hábitat durante el periodo reproductor. En total, realizamos 1.864 transectos, repartidos del siguiente modo: 594 en Lanzarote, 86 en La Graciosa y 1.184 en Fuerteventura. Los transectos se agruparon en treinta áreas definidas por sus características ambientales y su ubicación geográfica. Para cada una de ellas obtuvimos las densidades de la especie y sus efectivos poblacionales (Figura 1).

El procedimiento de estima del tamaño de población se ha basado en la estratificación ambiental y geográfica de las áreas inventariadas, así como en el cálculo de la detectabilidad de la especie. Tener en cuenta esto es importante, porque en un muestreo no se detectan todas las aves presentes en el lugar por donde se pasa. De hecho, calculamos que detectábamos sólo un tercio de las hubaras que estaban dentro de bandas de 250 metros a ambos lados del observador.
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