La enrevesada historia de Psilochorus simoni, una araña recientemente encontrada en España

Nuestra protagonista, Psilochorus simoni, es una de las arañas más pequeñas de la familia de los fólcidos (Pholcidae), que cuenta en la actualidad con más de 1.100 especies en todo el mundo (1). Además, es la única especie del género Psilochorus conocida en Europa. Fue descrita por Lucien Berland en el año 1911 a partir de un solo macho capturado en pleno centro de París, concretamente en los sótanos del laboratorio de anatomía comparada de la Universidad de la Sorbona (2). Inicialmente fue incluida dentro del género Physocyclus, que es exclusivamente americano, pero en la actualidad está asignada al género Psilochorus, que incluye 43 especies distribuidas principalmente por Estados Unidos, México y algunos países suramericanos, sobre todo Brasil (3).

Al describir la especie, Berland indicaba que era ajena a la fauna europea y que debía tratarse de un ejemplar transportado accidentalmente por el hombre. También señalaba que el laboratorio de anatomía comparada donde fue hallado ese único ejemplar estaba próximo a los laboratorios de geología y botánica, donde se almacenaban materiales procedentes de diversas partes del mundo, lo que justificaba su sospecha de que se trataba a fin de cuentas de una especie introducida.

Pero cuatro años más tarde se encontró otro ejemplar de P. simoni, esta vez en el propio apartamento de otro aracnólogo, R. de Dalmas (4), sito en la calle Berri de París. Esta vez era una hembra, lo cual permitió completar la descripción de la especie. A lo largo de las décadas posteriores la araña empezó a localizarse con cierta regularidad en diferentes zonas de Europa y también, aunque en fechas más recientes, en Turquía (5) e Irán (6). Hoy sabemos que ocupa ya casi todos los países europeos, donde habita generalmente en ambientes asociados al hombre, sobre todo sótanos (7). Aunque, de forma más ocasional, se encuentra también en el interior de cuevas (8). Fürst y Blandenier conjeturan que la expansión europea de la especie seguramente se originó en un único lugar, la ciudad de París, desde donde se extendió en todas las direcciones (7). En este mismo sentido, Merret ha constatado su expansión en Gran Bretaña desde su primer hallazgo en 1932.