Carrera con paradas: la locomoción del degú por Rodrigo A. Vásquez

El comportamiento de un animal puede observarse en las diferentes posiciones que ocupa entre un momento y otro. El desplazamiento, fundado en su capacidad de locomoción, forma parte integral de conductas como las de alimentación, escape frente a depredadores, interacciones sociales, defensa territorial y búsqueda de pareja. Es decir, se ajusta a decisiones. Ahora bien, en etología se entiende por decisión la conducta de un animal cuando, justo antes de adoptarla, disponía de dos o más elecciones potenciales. Así entendida, una decisión no implica necesariamente raciocinio y describe más bien las preferencias reveladas por el mismo animal ante diferentes alternativas. Las decisiones de locomoción afectan a aspectos relevantes de su biología, incluidas la supervivencia y la reproducción. En definitiva, tienen que ver con su eficacia biológica.

Es frecuente que los mamíferos tengan que desplazarse de un lugar a otro para encontrar alimento, refugio e individuos de su misma especie. La velocidad de locomoción es una variable importante que afecta, por una parte, a las conductas de evasión y escape cuando se trata de animales susceptibles de convertirse en presas, y, por otra, a las de captura y alimentación cuando hablamos de depredadores.

El estudio de la locomoción de los mamíferos se ha centrado tradicionalmente en analizar sus factores fisiológicos y morfológicos. Por ejemplo, en las variables que influyen sobre los cambios de marcha, como la transición del paso al trote (1). La mayoría de los estudios se han realizado en condiciones estables de laboratorio y han tenido por objeto la locomoción de estado estacionario, con el supuesto implícito de que el desplazamiento entre diferentes lugares ocurre a velocidades constantes o que el cambio de velocidad no es un factor importante (2). Sin embargo, basta con observar algunos animales en la naturaleza, como una ardilla corriendo en el claro de un bosque o una gacela en la sabana africana, para comprobar que los eventos de locomoción suelen producirse a velocidades diferentes y que, con frecuencia, sus protagonistas hacen paradas (3). Aunque estos cambios de velocidad pueden ser sutiles, y breves las detenciones, la verdad es que son muy frecuentes en condiciones naturales y en muchas especies de mamíferos, por lo que han suscitado un creciente interés en las investigaciones sobre ecología de la locomoción (4).

Un estudio sobre las conductas de locomoción del degú (Octodon degus) en poblaciones silvestres chilenas ha aportado información sobre los diferentes aspectos que influyen en sus desplazamientos, particularmente ciertos factores ecológicos como la cobertura vegetal (5).