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Según el trabajo de campo en esta provincia de los voluntarios del Proyecto Lobo

Furtivos y veneno castigan al núcleo lobero de la provincia de Guadalajara

Hembra de lobo con las mamas visibles, captada recientemente con foto-trampeo en el norte de la provincia de Guadalajara (foto: Abraham Prieto).
Hembra de lobo con las mamas visibles, captada recientemente con foto-trampeo en el norte de la provincia de Guadalajara (foto: Abraham Prieto).
domingo 30 de julio de 2017, 21:15h

El lobo tiene en Guadalajara el límite oriental de su área de distribución en el Sistema Central. ¿Por qué no logra recolonizar este territorio, después de casi veinte años de intentos? Para la iniciativa de ciencia ciudadana Proyecto Lobo, la caza furtiva y el veneno ilegal pueden ser la respuesta. Mientras tanto, una loba parida acaba de ser localizada con fototrampeo al norte de la provincia.

Por Abraham Prieto

Hasta el periodo de los años 2000-2005 no se tiene constancia del asentamiento de una manada de lobos (Canis lupus) en la provincia de Guadalajara, concretamente en la Serranía del Alto Rey.

Este grupo reproductor desapareció sin dejar rastro, supuestamente bajo la caza furtiva o los cebos envenenados, hecho ante el que la Junta de Castilla-La Mancha ha preferido correr un tupido velo.

En 2008 lobos procedentes de la provincia de Segovia se asentaron en el término municipal de Cantalojas, en lo que hoy se conoce como Sierra Norte de Guadalajara.

El nuevo grupo prosperó y consiguió reproducirse. La idoneidad del hábitat y las extensas zonas despobladas de los alrededores parecían condiciones de lo más esperanzadoras para que esta manada iniciara la recuperación de la especie en la provincia.

Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.

Autor: Abraham Prieto (alkar84@hotmail.com ) es coordinador de campo en la provincia de Guadalajara del Proyecto Lobo (“Voluntariado para el censo y evaluación del estado de conservación del lobo ibérico”). Es además el autor del libro Escuchando el silencio (ScriboEditorial, 2015) y de la página www.geopercepcion.com

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