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CUADERNO DE CAMPO

Pistas para disfrutar de la naturaleza en el Valle del Loira

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
Texto y fotos: Manuel Quintana
Tanto por los castillos como por la belleza de sus paisajes, el Valle del Loira se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos de Francia. Pero, río al fin y al cabo, el Loira también depara buenas oportunidades a los naturalistas, sobre todo para observar aves acuáticas y ribereñas.
La importancia de los ríos como recurso natural es bien conocida y basta comprobar que la mayoría de los asentamientos humanos se distribuyen a lo largo de sus orillas desde la prehistoria. En la actualidad, casi todas las grandes ciudades también se encuentran vinculadas a algún curso fluvial.
Para los naturalistas, los ríos caudalosos forman un hábitat peculiar, como si de un humedal estrecho y largo se tratara, en el que las condiciones ecológicas van cambiando a medida que sus aguas avanzan hacia el mar. También es sabido que en las fronteras de cualquier ecosistema –en los ecotonos– el número de especies animales y vegetales se multiplica, al coincidir las propias de cada uno de ellos con otras oportunistas o menos especializadas. Los ríos, a lo largo de su recorrido, forman ese “efecto borde” con multitud de hábitats, tanto naturales como humanizados: bosques, praderas, pantanos, sotos, cultivos e incluso ciudades, lo que aumenta aún más su interés.
El río Loira –“la Loire” para los franceses– cuenta con cuatro centrales nucleares que utilizan sus aguas para refrigerarse, pero no tiene ya tráfico fluvial ni tampoco grandes concentraciones industriales en sus orillas. Además, los pocos embalses que frenan su corriente se sitúan en el tramo más alto, por lo que puede considerarse el único gran río de Europa occidental que conserva casi plenamente sus características naturales a lo largo de más de mil kilómetros.
El Loira nace en el departamento de Ardèche, al sureste de Francia, y, tras dirigirse hacia el norte y hacia el oeste, desemboca en el Atlántico, cerca de Nantes. De manera que divide el país en dos partes. De hecho, lo hizo literalmente en algunos momentos de la historia gala, como en la guerra de los Cien Años” (1337-1453) o en la guerra Franco-prusiana (1870-71). A lo largo de su recorrido, diversos canales unen sus aguas con las de otros grandes ríos, como el Ródano, el Saona y el Sena, pues sus cuencas se encuentras cercanas, y atraviesa regiones de muy variado aspecto.
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