www.revistaquercus.es

Por Javier Talegón, Jorge Echegaray e Isabel Barja

Turismo lobero: demos un paso más

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
El deseo de observar lobos ha dado lugar a un turismo sin control, incluso con riesgos para el carnívoro, en zonas como la sierra de La Culebra (Zamora). El auge de esta actividad hace necesario seguir un código de conducta y establecer ciertas limitaciones, así como habilitar zonas de observación y puntos de información.
El lobo es un icono de la conservación de la vida salvaje y, por su condición ecológica de superdepredador, una pieza clave en los ecosistemas. El turismo en torno a él puede ser un motor económico para los habitantes de las zonas loberas, así como una herramienta para la conservación de la especie, de su medio natural e incluso de su cuantioso legado etnográfico y cultural. La observación del carnívoro es además interesante como recurso para la educación ambiental. De hecho, la Estrategia Española para la Conservación del Lobo promueve este tipo de actividades.

El Parque Nacional de Yellowstone, al noroeste de Estados Unidos, recibe unos tres millones de turistas al año. El lobo ocupa el segundo puesto entre las especies “más deseadas” de avistar, por detrás del oso pardo. Se estima que unos cien mil visitantes acuden a este espacio protegido únicamente por la presencia de lobos. Los beneficios directos que estas visitas generaron en 2005 fueron de 35 millones de dólares. Mientras tanto, los negocios asociados a la población lobera de Yellowstone y la venta de productos relacionados han crecido notablemente desde 1995, año en el que se comenzó a reintroducir a este cánido en el lugar.

En España, el epicentro del turismo que busca contactos directos con el lobo es sin duda la Reserva Regional de Caza de la Sierra de La Culebra, en el noroeste de Zamora. Estas montañas albergan una población importante del carnívoro y son conocidas por la afluencia de estudiosos de la especie atraídos por la figura del fallecido guarda mayor Manuel Gallego, las publicaciones de Ramón Grande del Brío y las campañas durante los años noventa del grupo conservacionista Ciconia. Además, esta zona presenta determinadas condiciones naturales que favorecen la observación de lobos, como una densa red de pistas forestales, amplias zonas deforestadas y la escasa persecución que sufre la especie.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (1)    No(0)

+
3 comentarios