www.revistaquercus.es

La capital cuenta con una pequeña población reproductora

Halcones peregrinos en la ciudad de Madrid

Hembra de halcón peregrino en la cornisa de un domicilio particular (foto: Hugo Sánchez).
Ampliar
Hembra de halcón peregrino en la cornisa de un domicilio particular (foto: Hugo Sánchez).
viernes 27 de febrero de 2015, 16:35h
Los halcones urbanos siempre han llamado la atención. ¿Cómo es posible que una rapaz tan agreste encuentre acomodo en las grandes ciudades? El hecho es que, aunque sean pocos, consiguen alimentarse y reproducirse con normalidad. Desde hace algunos años la ciudad de Madrid cuenta con una población reproductora compuesta actualmente por ocho parejas. La Sociedad Española de Ornitología se encarga de su seguimiento anual y del marcaje de los pollos.

Por Hugo Sánchez
Nadie sabe exactamente cuándo, pero en los años noventa los halcones peregrinos (Falco peregrinus) ya habían conquistado los cielos de la ciudad de Madrid. Esta rapaz de distribución cosmopolita y hábitos rupícolas, ha sabido reemplazar con éxito las grandes paredes rocosas naturales por edificios, torretas y otros soportes artificiales. Hoy en día, observarla en grandes urbes como Nueva York, Londres o París forma parte del paisaje urbano cotidiano.

A mediados del siglo XX, el creciente uso de plaguicidas organoclorados, como el DDT, provocó un serio declive del halcón peregrino a escala mundial. En algunos países, como Estados Unidos, estuvo incluso al borde de la extinción. En 1972, William Ruckelshaus, primer administrador de la Environmental Protection Agency (EPA), la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, prohibió el uso de este insecticida, una decisión que no se tomaría en España hasta el año 1977. En cierto modo, dicha prohibición supuso un pequeño respiro para el halcón, ya que el DDT se acumula en las aves reproductoras e influye directamente en la formación del huevo. En concreto, les impide metabolizar el calcio necesario y, en caso de que llegaran a realizar la puesta, la cáscara de los huevos tiene un menor grosor, lo que afecta a la tasa de eclosión y aumenta las probabilidades de pérdida. Para entonces, las exiguas poblaciones de halcones se habían convertido en uno de los iconos de la conservación.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (14)    No(2)

+
0 comentarios