Reintroducidas con éxito águilas imperiales y pescadoras en Andalucía

Desde el año 2002 se han venido desarrollando una serie de intervenciones encaminadas a recuperar la antigua área de distribución del águila imperial ibérica (Aquila adalberti) en Andalucía, así como para reintroducir al águila pescadora (Pandion haliaetus), una especie que habíamos perdido como reproductora. Dichas actuaciones se iniciaron, respectivamente, en 2002 y 2003 debido tanto a su interés conservacionista como científico. Uno de los objetivos era, por ejemplo, saber más sobre la respuesta de estas especies silvestres a la translocación de ejemplares y a la creación de nuevas poblaciones, fines alcanzables gracias a la capacidad de acogida que tiene Andalucía para ambas rapaces.

Los proyectos de reintroducción del águila imperial y del águila pescadora han sido promovidos por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y han contado con la dirección científica de la Estación Biológica de Doñana (CSIC). Paralelamente y en colaboración con distintas instituciones y entidades, la Consejería de Medio Ambiente puso en marcha dos programas de investigación desarrollados por el CSIC y que estaban integrados en las medidas compensatorias asociadas a la construcción de la Autovía A-381 entre Jerez y Los Barrios, en la provincia de Cádiz.

Así pues, en 2011 se cumplen el octavo y el noveno año de dichas reintroducciones. Hasta la fecha se han liberado 146 águilas pescadoras entre Huelva y Cádiz, y 58 águilas imperiales en Cádiz. La diferencia en las cifras se debe a la mayor o menor facilidad para obtener pollos destinados a ambos programas. En el caso del águila pescadora, los pollos son extraídos de nidos con dos o tres hermanos, dada la abundancia de parejas reproductoras y su elevada productividad en los países donantes: Alemania, Escocia y Finlandia. En cambio, los pollos de águila imperial proceden de nidos situados en territorios de baja calidad, aunque beneficiados por aportes suplementarios de alimento para obtener una mayor productividad. Por este motivo, los pollos de águila imperial que llegan al programa de reintroducción suelen ser ejemplares en condiciones sub-óptimas. No obstante, su tasa de supervivencia (56%) es muy superior a la registrada en las poblaciones silvestres (19%), gracias a las atenciones que reciben y a otras actividades desarrolladas dentro del Plan de gestión del águila imperial en Andalucía, como el arreglo de tendidos eléctricos y los convenios con cotos de caza. El incremento en la tasa de supervivencia de los pollos de imperial supone un suministro extra de individuos a la población silvestre, lo que se interpreta como uno de los beneficios que este proyecto aporta a la especie. Sin embargo, el mayor logro sería alcanzar el objetivo último, que no es otro que asentar una población autosuficiente.

En el verano de 2010 se registró la primera reproducción con éxito del águila imperial. La pareja se estableció muy cerca del lugar de suelta, en la comarca de La Janda (Cádiz), y volaron dos pollos de este primer nido. En cuanto al águila pescadora, hubo dos parejas reproductoras en el año 2009, con nidos situados, respectivamente, en las Marismas del Odiel (Huelva) y en el embalse del Guadalcacín (Cádiz).