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El ruiseñor del Japón invade el parque de Collserola

Proceso de colonización de una especie exótica

Miércoles 22 de octubre de 2014
Texto y fotos: Francesc Llimona, Daniel Sol, Sergi Sales, Anna Tenés y Eloísa Matheu Muchas especies de aves han sido introducidas con éxito en regiones ajenas a su área de distribución natural, pero muy pocas han logrado establecerse en hábitats forestales. Uno de estos casos es el del ruiseñor del Japón en el parque barcelonés de Collserola. Aunque aún no están claras las razones, quizá tengan que ver con su carácter generalista y su comportamiento flexible. La expansión del ruiseñor del Japón preocupa por el impacto ecológico que pueda ocasionar en una reserva de gran interés para la conservación.


Al pasear por los bosques del parque de Collserola, situado al norte de la ciudad de Barcelona, se puede observar una gran variedad de aves forestales. En el sotobosque abundan los mirlos y los petirrojos, entre los árboles revoltean carboneros y herrerillos, pero de vez en cuando es posible tropezarse con un extraño pájaro de plumaje llamativo y canto vigoroso, una especie que no suele figurar en nuestras guías de campo y cuyo nombre lo delata como procedente de un lugar lejano: el ruiseñor del Japón (Leiothrix lutea). Hoy en día, las especies invasoras se han convertido en un problema global y amenazan tanto la biodiversidad como el funcionamiento de los ecosistemas que invaden, además de ser la causa de importantes problemas económicos y sanitarios. Las más de doscientas especies de aves que han sido deliberada o accidentalmente introducidas con éxito fuera de su área de distribución natural (1) provocan una gran variedad de impactos ecológicos: se hibridan con las especies autóctonas, transmiten enfermedades o agentes patógenos y contribuyen a dispersar semillas de plantas exóticas, además de causar pérdidas importantes a la agricultura. La irrupción del ruiseñor del Japón en los bosques de Collserola resulta particularmente preocupante por el hecho de haber invadido los ambientes forestales más naturales del parque. La mayoría de las aves exóticas introducidas suelen establecerse en hábitats perturbados, como zonas urbanas y agrícolas (2), que les ofrecen una gran variedad de nichos ecológicos desocupados, ya que las especies autóctonas no los explotan (3). Pero el ruiseñor del Japón se aparta de este patrón general. Baste decir que, aunque en Collserola se han registrado más de cuarenta especies de animales exóticos, hasta la fecha es el único que ha logrado establecerse con éxito en el parque. ¿Por qué? Esta es la pregunta que trataremos de responder en este artículo. Es importante entender cómo los organismos invaden hábitats naturales, ya que es precisamente allí donde se espera que provoquen un mayor impacto ecológico. En nuestro caso, el riesgo de que el ruiseñor del Japón afecte negativamente a los ecosistemas de Collserola puede considerarse serio.

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