Cuaderno de campo

Parnasillo

Miércoles 22 de octubre de 2014



No brillaban los astros en el cielo, ni en la tierra se oía humano acento; estaba oscuro, silencioso el suelo, y negro el firmamento. Sólo en el horizonte alguna vez relámpagos lucían; y al mugir de los mares respondían los pinares del monte. Nicomedes Pastor (1811-1863) Mi inspiración (fragmento)