Opinión

Hacia una PAC más sostenible

TRIBUNA por Ana Carricondo y Celsa Peiteado

Miércoles 22 de octubre de 2014
En espera de que la Comisión Europea lance su propuesta legislativa en breve, el proceso de reajuste de la Política Agraria Común (PAC) sigue adelante. Sin embargo, el reciente Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea ha dejado de lado, como se temía, la necesidad de abordar un giro más contundente hacia la sostenibilidad del sector.

En el actual contexto de globalización, la necesaria solidaridad con los países en desarrollo, la creciente demanda social de alimentos de calidad y respetuosos con el medio ambiente, las predicciones ya en marcha del cambio climático, la obligación de conservar los recursos naturales y la biodiversidad y el inexorable aumento de la población mundial, mientras el medio rural de Europa se despuebla, dibujan el terreno donde se debe desarrollar la agricultura europea de los próximos años.

El año pasado, la Comisión Europea inició lo que se conoce como “chequeo médico” de la Política Agraria Comunitaria (PAC), para evaluar y mejorar su funcionamiento tras la última reforma de 2003. Está previsto que, a finales de mayo, Bruselas lance una propuesta legislativa, que tendrá que ser debatida por los Estados miembros. Se abre así una oportunidad para afrontar con anticipación retos pendientes. El más importante es sin duda la incorporación a la PAC de las consideraciones ambientales, en consonancia con la Estrategia de Desarrollo Sostenible de la Unión Europea (UE).

Sin embargo, la mayoría de los Estados miembros y organizaciones agrarias se está centrando en rechazar el recorte de las ayudas directas propuesta por Bruselas, mientras relegan las cuestiones ambientales a un segundo plano. Menguan así las esperanzas de que se inicie el camino hacia una verdadera integración entre agricultura y medio ambiente. Esa ha sido precisamente la sensación que dejaron las conclusiones del último Consejo de Ministros de Agricultura de la UE, celebrado el pasado 17 de marzo.

Desde WWF/Adena y SEO/BirdLife apoyamos gran parte de las propuestas lanzadas por Bruselas, aunque su contenido ambiental es impreciso y poco ambicioso. Ante el temor de que todo el proceso se pueda quedar en pequeños cambios sin beneficios claros al medio ambiente, hemos hecho una serie de demandas adicionales.

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