Opinión

Si bebes, no publiques

Tribuna por José Antonio González Oreja

Miércoles 22 de octubre de 2014
No viene mal una mirada divertida al mundo de la investigación, lanzada desde los propios investigadores. En este caso, un estudio real en el que se relaciona el éxito a la hora de publicar en revistas especializadas con el consumo de cerveza da pie a una serie de refrescantes reflexiones sobre las paradojas que asaltan a los científicos.

Confieso que, cuando comencé a leerlo, pensé que el artículo de Tomáš Grim en la prestigiosa revista científica Oikos (1) era otro de los divertimentos en los que a veces consumen su tiempo los científicos. Pero no, el trabajo del bueno de Grim es real. Empieza diciendo este autor que trabajar como investigador científico, o como docente en una universidad, redunda en un aumento del estatus social, pues son profesiones que suelen estar bien vistas. Pero para lograr tales puestos de trabajo, así como para permanecer y promocionar dentro de ellos, es bastante importante ser exitoso en la publicación de las investigaciones realizadas.