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SE LANZA EL PROYECTO LIFE+ INFONATUR 2000, COORDINADO DESDE EXTREMADURA

La ganadería continúa siendo unos de los pilares de la economía dentro de la Red Natura 2000. Foto: Domingo Rivera.
Miércoles 22 de octubre de 2014
Ante la visión de la Red Natura 2000 como un entramado de áreas deprimidas o abocadas al despoblamiento, cuando no un freno a las economías locales, se ha lanzado el proyecto LIFE+ Infonatur 2000, bajo la coordinación del Gobierno de Extremadura. El objetivo es desterrar ideas erróneas y abrir oportunidades de desarrollo compatibles con la promoción de los excelentes valores naturales de esta red europea de áreas protegidas.

por Javier Pérez Gordillo


Si realizáramos un viaje por Extremadura de norte a sur o de este a oeste encontraríamos un mosaico de paisajes y hábitats seminaturales tan diverso que podríamos perdernos entre las interminables dehesas, donde resuena el trompeteo de las escandalosas grullas entre las piaras de cerdos ibéricos en la montanera, dando cuenta de las primeras bellotas del otoño. Pero también admiraríamos el silencio y perderíamos la vista en el horizonte en pseudoestepas como La Serena, donde las avutardas se asoman entre los “dientes de perro” (afloramientos de pizarra). Y, por qué no, nos dejaríamos envolver por la inmensidad de los bosques caducifolios de robles y castaños o disfrutaríamos de los pastizales montanos de las altas cumbres de la sierra de Gredos, hogar de la cabra montés.

Pero además de paisajes, Extremadura alberga un “paisanaje”, y es aquí donde radica el gran valor de la Red Natura 2000, en las personas que viven en estos espacios, en sus costumbres, en su riqueza cultural, su artesanía o su gastronomía. Precisamente el uso armonioso del territorio ha sido el responsable de la conservación de especies emblemáticas de fauna y flora o de hábitats prioritarios que hoy podemos encontrar en esa gran red europea de áreas protegidas.

Podemos afirmar que ha sido el pincel del hombre y sus actividades los que han dibujado el lienzo que hoy día nos encontramos en Extremadura, región que cuenta con más del 30% de su superficie incluida dentro de la Red Natura 2000.

Sería lógico pensar que la población presente dentro de la Red Natura 2000 debería sentirse orgullosa de vivir donde lo hace y, por ende, disfrutar y aprovechar los recursos que le brinda. Sin embargo, lejos de esta visión tan optimista, la experiencia y los años han demostrado que de forma generalizada esta red de espacios, la cual se ha convertido en una de las apuestas más fuertes de la Comisión Europea en materia de conservación de especies y hábitats, es bastante desconocida, tanto en sus objetivos como por los valores que la sustentan, y eso ha generado un efecto contrario al deseado, incluso de rechazo entre la población local.

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