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Una plaga de aves ultramarinas en la España de Carlos III

Bando de gorriones levantando el vuelo en un sembrado (foto: Domingo Rivera).

Posible consecuencia de una oscilación climática en el mediterráneo occidental

Jueves 02 de mayo de 2019

En la primavera de 1779 unas misteriosas bandadas de “pájaros ultramarinos” irrumpieron en el sureste de España procedentes de África. Anidaron en grandes colonias y asolaron cultivos en varios municipios de las actuales provincias de Alicante, Murcia y Almería. Las autoridades locales se vieron desbordadas. El poderoso conde de Floridablanca, el Consejo de Castilla y otras importantes instituciones del Reino intervinieron con rapidez. Se enviaron centenares de hombres a combatir la plaga. ¿Qué pasó exactamente? Y, sobre todo, ¿qué aves eran?

Por Juan J. Ferrero-García, Luis M. Torres-Vila y Pedro P. Bueno



En abril de 1779 los representantes de España y Francia suscribieron el Tratado de Aranjuez, paso previo para declarar la guerra a Inglaterra. En junio de ese año comenzaron las hostilidades con el asedio de Gibraltar. Es de suponer que durante la primavera de 1779 el interés y la atención de los ministros de Carlos III se centrarían en los preparativos de la contienda. Sin embargo, sobrevino un acontecimiento inesperado. Una ingente cantidad de aves extrañas, semejantes a los gorriones, llegaron a la costa de Cartagena (Murcia) y a otras localidades cercanas. Establecieron colonias, con cientos de nidos en cada árbol, y al alimentarse de cereales arruinaron los cultivos. El evento fue tan extraordinario que las más altas autoridades del Estado borbónico tuvieron que ayudar a los municipios afectados, y dedicar tiempo y recursos a la lucha contra los invasores alados.

Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.


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