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¿Qué son esos raros flemones de las gambas? Isópodos bopiroideos

Ciclo de vida de los bopiroideos, basado en la especie Bopyrus squillarum.

Unos pequeños crustáceos parásitos muy poco conocidos

Domingo 29 de marzo de 2020

Es posible que en una mariscada o en las celebraciones navideñas aparezca algún langostino con un extraño flemón en la cabeza. O, para ser más precisos, una dilatación en el cefalotórax. El causante es un isópodo parásito, un bopiroideo.

Por Abel Martín-Burrieza y Juan Junoy



Vayamos por partes: ¿qué es un isópodo? Etimológicamente ya deducimos que se trata de un animal con las patas iguales. Además, resulta que conocemos a los isópodos desde niños. Son esos pequeños crustáceos que aparecen al levantar piedras con curiosidad o al remover los troncos de la leñera. En efecto, las cochinillas de humedad, los “bichos bola”, son los isópodos más conocidos.

Sus parientes han desarrollado numerosas adaptaciones que les permiten colonizar ambientes muy variados, ya sea en los océanos, las aguas continentales e incluso en tierra firme, como hemos visto en el caso de las cochinillas. En el mar pueden encontrarse desde las costas, en playas y roquedos, hasta las profundidades abisales, donde son muy diversos. Hay incluso especies terrestres que se acercan a la orilla del mar. Para comprobarlo, basta con ir cualquier noche a un puerto de Galicia o del Cantábrico, durante la bajamar, y alumbrar con la linterna entre las rocas de la escollera. Veremos corriendo entre las grietas a un isópodo de gran tamaño: Ligia oceanica. Los isópodos también han diversificado sus estrategias de alimentación y hay, de hecho, especies filtradoras, herbívoras, carnívoras, carroñeras y parásitas, como el grupo que ahora nos ocupa, el de los bopiroideos (superfamilia Bopyroidea).

Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.