Especies

Os presentamos al erizo europeo que vivió dieciséis años

Ejemplar de erizo europeo en el bosque Emmerdennen, en la zona de Emmen (Países Bajos). Foto: Hrald / Wikicommons.
Viernes 17 de febrero de 2023
Los participantes en un proyecto de ciencia ciudadana para conocer el estado de las poblaciones de erizo europeo en Dinamarca han encontrado el ejemplar más longevo conocido hasta ahora. Nada menos que dieciséis años vivió este mamífero, siete más que el poseedor del récord anterior.

El erizo europeo (Erinaceus europaeus) es uno de los mamíferos que más simpatías despierta, pero sus efectivos han bajado drásticamente en los últimos años. En el Reino Unido, según la British Hedgehog Preservation Society, las poblaciones urbanas han disminuido hasta en un 30% y las rurales en al menos un 50% desde principios de siglo. Para paliar esta situación, los investigadores y conservacionistas han iniciado varios proyectos con el objeto de conocer la dinámica poblacional de los erizos y llevar a cabo iniciativas que permitan protegerlos en el medio natural.


La doctora Sophie Lund Rasmussen examina secciones de mandíbulas de erizo en el microscopio para determinar la edad de los individuos. Foto: Rien van Wijk.

Un ejemplo es The Danish Hedgehog Project, un proyecto de ciencia ciudadana dirigido por la doctora Sophie Lund Rasmussen (también conocida como "Doctora Erizo") y que cuenta con la colaboración de cientos de voluntarios. Para conocer mejor el tamaño y la composición por edades de las poblaciones de erizos, había que averiguar cuánto tiempo viven por norma general. Durante 2016, se pidió a los ciudadanos daneses que recogieran para The Danish Hedgehog Project los erizos muertos que encontrasen. Más de cuatrocientos voluntarios localizaron 697 de estos animales en todo el país, repartidos mitad y mitad entre áreas urbanas y rurales. Para saber su edad, los investigadores contaron las líneas de crecimiento en las mandíbulas, un método similar a contar los anillos de crecimiento de los árboles. Los resultados de este estudio han sido publicados como artículo en la revista Animals.

Más muertes en carreteras y en el mes de julio
El resultado más llamativo del estudio es el hallazgo del erizo europeo más longevo del que se tiene constancia científica, con nada menos que 16 años de edad. Además, se encontraron otros dos individuos, uno de trece y otro de once años. A pesar de la existencia de estos casos, la edad promedia de los erizos es de sólo dos años. Es más, alrededor de un tercio de los ejemplares encontrados tenían un año o menos. La principal causa de muerte fue el atropello al cruzar las carreteras: el 56% murió de esta forma. El 22% lo hizo en un centro de rehabilitación de erizos (por ejemplo, después del ataque de un perro) y el 22% por causas naturales.

Los erizos machos en general viven más que las hembras (2,1 años frente a 1,6; es decir, un 24% más), lo cual es poco común en los mamíferos. Una de las razones, según la doctora Rasmussen, puede ser que los erizos no son territoriales, lo que significa que los machos rara vez pelean y, además, las hembras se ocupan solas de sus crías. Sin embargo, los machos también tienen más probabilidades de morir atropellados porque al moverse por áreas más amplias, seguramente tengan que cruzar más carreteras. Tanto en el caso de machos como de hembras, el mayor número de muertes por atropello ocurrió en el mes de julio, punto álgido de la temporada de apareamiento de estos animales en Dinamarca. Este hecho posiblemente se deba a que caminan largas distancias y cruzan más caminos en búsqueda de pareja.


Arriba, mandíbulas de erizo en preparación para determinar su edad. Abajo, detalle de las mismas. Fotos: Sophie Lund Rasmussen.

Según explica la investigadora, aunque se detectó un gran número de individuos muertos que no superaban el año de edad, si consiguen sobrevivir, puede ser que alcancen los dieciséis años y tengan una larga descendencia. Es más, los que logran superar los dos años seguramente aprenden a evitar peligros como automóviles y depredadores.

La consanguinidad no afecta a la esperanza de vida
Para conocer la edad de los erizos, los investigadores analizaron los huesos de la mandíbula que muestran líneas de crecimiento debido a que el metabolismo del calcio se ralentiza cuando hibernan. Esto hace que el crecimiento óseo se reduzca notablemente o incluso se detenga por completo, lo que da como resultado líneas de crecimiento donde cada una representa una hibernación.

También tomaron muestras de tejido para investigar si el grado de consanguinidad influía en la longevidad de los erizos europeos. Estudios anteriores demostraron que la diversidad genética de la población de erizos daneses es baja, lo que indica un alto grado de consanguinidad. La doctora Rasmussen afirma: "Lamentablemente, muchas especies de vida silvestre están en declive, lo que a menudo conlleva una mayor endogamia, ya que disminuye la selección de parejas adecuadas. Este estudio es una de las primeras investigaciones exhaustivas sobre el efecto de la consanguinidad en la longevidad. Nuestra investigación indica que si los erizos logran sobrevivir hasta la edad adulta, a pesar de su alto grado de endogamia, que puede tener graves efectos hereditarios potencialmente letales, la endogamia no reduce su longevidad. Es un descubrimiento bastante innovador y una noticia muy positiva desde la perspectiva de la conservación”. Asimismo, agrega: "Los diversos hallazgos de este estudio han mejorado nuestra comprensión de la historia vital básica de los erizos y, con suerte, mejorarán la gestión de la conservación de esta querida especie en declive".

Secciones teñidas de mandíbulas de erizo que muestran los anillos anuales que permiten a los investigadores determinar la edad de cada individuo. Foto: Thomas Bjørneboe Berg.

Este estudio fue publicado en colaboración con Owen Jones (University of Southern Denmark), Thomas Bjørneboe Berg (Naturama) y Helle Jakobe Martens (Copenhagen University).

La doctora Rasmussen, directora de este proyecto, trabaja en la Unidad de Investigación de Conservación de Vida Silvestre (WildCRU) de la Universidad de Oxford y es investigadora afiliada de la Universidad de Aalborg (Dinamarca).


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