Denuncias

Demasiadas muertes de aves en tendidos eléctricos: el caso de Aragón

La cigüeña negra electrocutada, en el momento en que fue encontrada por los miembros de Ansar en la provincia de Zaragoza.
Lunes 23 de octubre de 2023
Cada año mueren miles de aves electrocutadas. Más de trescientas murieron por esta causa de enero a mayo de 2023 en Aragón. Si bien muchos tendidos peligrosos se corrigen, aún quedan demasiados sin aislar, como el que acabó con la vida de una cigüeña negra en la provincia de Zaragoza.

Texto y foto: José Antonio Pinzolas

El pasado 10 de octubre, en una salida de campo rutinaria por Cinco Villas (Zaragoza), al circular por la carretera CHE-1501 a la altura de Valareña, observamos un ave grande, de color negro, colgando del poste de un tendido eléctrico. Por la disposición de los cables era casi seguro que había muerto electrocutada. Lo grave es que, al consultar datos anteriores, ya en el mismo poste en octubre de 2022 habían aparecido tres cigüeñas blancas muertas por la misma causa. Esta vez se trataba sólo de una, pero al aproximarnos comprobamos que era ¡una cigüeña negra!, una especie muy rara en Aragón y catalogada en peligro de extinción. Ahora colgaba muerta atrapada entre los cables de un poste de reconocida letalidad que seguía sin corregirse.

Es doloroso ver cómo este tipo de siniestros se vuelve a repetir, en este caso un año después. También cómo la dejadez, la inacción o la falta de escrúpulos del propietario de esa línea eléctrica y de las administraciones responsables de la conservación de la biodiversidad y de la supervisión de los tendidos siguen provocando muertes por no haber aislado el poste. En realidad se deberían haber corregido todos los postes de ese tendido en concreto, reconocidos como peligrosos por la disposición de sus cables y aisladores. Queremos recordar que la mayoría de las aves que mueren en los tendidos eléctricos son especies protegidas por la ley, algunas en peligro de extinción.

Postes 'reincidentes'
Casos similares podríamos relatar muchos, lo que demuestra la sangría que suponen los tendidos eléctricos. En julio de 2022, en un poste cercano a la localidad de Gallur (Zaragoza) se electrocutaron tres ratoneros. Ese poste es uno de los miles que hay repartidos por toda nuestra geografía aragonesa y que los propietarios de las líneas, bien sean empresas o particulares, tienen la obligación de aislar para evitar más muertes. A las pocas semanas apareció electrocutado otro ejemplar más. Pues bien, el 1 de octubre volvimos a pasar por allí y encontramos otra rapaz al pie del poste, posiblemente también electrocutada. ¿Cómo es posible que haya pasado más de un año y todo siga igual? Alguien no está haciendo su trabajo.

En la comarca zaragozana de Campo de Cariñena, un solo poste de un tendido eléctrico ha causado la muerte de diecisiete aves rapaces, entre las que se encontraban ejemplares de ratonero, águila culebrera, búho real, milano real, milano negro y azor. Otro dato flagrante por la dejadez que denota es otro tendido en la misma comarca. El 28 de octubre de 2021 se constató el primer dato de electrocución; pues bien, todavía en mayo de 2023 ha causado bajas en especies protegidas. Han pasado nada menos que dos años y todo sigue igual. ¿Hasta cuándo?

No se encuentran todas las aves electrocutadas
Las electrocuciones en la fauna salvaje se producen desde hace años. Las más afectadas son las aves de mediano y gran tamaño como buitres, cigüeñas, águilas reales y culebreras, milanos, ratoneros y búhos reales aunque en algunas circunstancias también se producen en otras más pequeñas como el cernícalo.

Según los datos oficiales del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Gobierno de Aragón, en 2021 se contabilizaron casi 500 bajas por electrocución en nuestra región. Pero es que en 2022 fueron nada menos que 574 víctimas las que murieron a causa de estos tendidos que proliferan cada día más en nuestros campos. En cinco meses, de enero a mayo de 2023, ya habían muerto por esta causa 310 aves. De seguir a este ritmo es posible que se superen las cifras de años anteriores. Y esto va a seguir a más, pues los tendidos eléctricos están proliferando para los parques eólicos y solares, bombeos de regadío, granjas, etc.


Datos oficiales de mortalidad de aves electrocutadas en las distintas comarcas de Aragón.

Conviene recordar que las aves víctimas de electrocución son un pequeño porcentaje de las que realmente mueren ya que muchos postes no se vigilan o son difícilmente accesibles y los cadáveres pueden ser depredados desapareciendo al cabo de un tiempo, incluso en pocas horas o días.

También hay que señalar que los tendidos eléctricos matan de dos maneras. La primera y más grave es cuando el ave cae electrocutada en un apoyo. La solución es proceder a su aislamiento si se quieren evitar más muertes. Si hay interés se soluciona en pocos días. Esto sucede en líneas de baja tensión donde los cables están próximos entre sí. La otra forma en la que matan estos tendidos es por colisión del ave con los cables y esto sería motivo de otro análisis.

No olvidemos que las líneas eléctricas tienen dueño y es este el que tiene que poner los medios para solucionar el problema y evitar más muertes, ya que de no hacerlo, podría incurrir en un delito contra la fauna silvestre. La administración puede exigir la solución amparada en la legislación sobre tendidos eléctricos peligrosos o en la Ley de Responsabilidad Ambiental, incluso de forma urgente, máxime cuando hay reiteración y se observa la letal disposición de los cables.

Desde las asociaciones ecologistas venimos proporcionando desde hace años los datos de electrocuciones de aves. La próxima denuncia, y no será la última, va a ser por la muerte de aves de forma reiterada en el apoyo donde murió la cigüeña negra. Esperemos que se aísle de inmediato y que no tengamos que lamentar otra muerte más en ese mismo poste.

Autor:
José Antonio Pinzolas es portavoz de la Asociación Naturalista de Aragón (Ansar). Contacto: Ansar, tel. 976 25 17 42, info@ansararagon.com


Noticias relacionadas