Especies

El calentamiento global altera la hibernación de los murciélagos

El experto Marc López-Roig durante la campaña investigadora.
Lunes 01 de abril de 2024
Un interesante estudio coordinado por la Universidad de Barcelona en la mayor colonia de murciélagos de Cataluña concluye que el cambio global está alterando la fisiología de la hibernación y la conducta de estos animales.

Texto y fotos: Universidad de Barcelona

Durante veinte años investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) han llevado a cabo un estudio en la colonia de murciélagos más grande conocida en Cataluña, que se encuentra en el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac y está formada por unos 17.000 ejemplares de murciélago de cueva (Miniopterus schreibersii), una especie migradora que se agrupa en grandes colonias, especialmente en invierno.

En latitudes de zonas templadas, los murciélagos acumulan grandes cantidades de reservas en forma de grasa durante el otoño para poder hacer frente al periodo de hibernación, que suele ir desde mediados de diciembre hasta finales de febrero. Sin embargo, a consecuencia de unos inviernos relativamente más cortos y con temperaturas más altas que las de décadas atrás, estos quirópteros ya no acumulan tantas reservas de grasa en otoño como solían hacerlo hace años, porque no las necesitan para pasar el invierno, según el profesor Jordi Serra-Cobo, del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB.

Estos cambios corporales son evidentes en ambos sexos, aunque las hembras tienen una condición corporal menor que el macho, tanto al inicio como al final de la hibernación y durante el período de actividad (marzo). "Este hecho podría tener efectos en la reproducción de la especie, puesto que una pobre condición corporal de las hembras podría afectar negativamente a la gestación y la lactancia. Sin embargo, en nuestras latitudes, las hembras tienen tiempo suficiente entre el fin de hibernación y el inicio de la reproducción para recuperar peso y tener una condición corporal óptima para la reproducción", detalla el experto Marc López-Roig.

Hibernar en cuevas cada vez más cálidas
El cambio global también afecta a la disposición de los murciélagos en su refugio de invierno. Habitualmente, la colonia se situaba en la cámara final de la cueva -la cámara de hibernación- situada a 65 metros de profundidad, con una temperatura relativamente constante de unos 7 ºC durante los meses de diciembre y enero. Sin embargo, los investigadores han constatado que la cámara de hibernación tarda más en enfriarse con relación a los años anteriores. Este retraso afectaría a la hibernación de los murciélagos porque no encuentran las temperaturas óptimas para poder hibernar hasta finales de enero o principios de febrero. Así, los murciélagos buscan los espacios más fríos próximos a la entrada del refugio de invierno y se exponen a un mayor riesgo de depredación (por ejemplo, por ginetas), según destaca López-Roig.

Colonia de murciélagos en el interior de una cueva.

Rutas migratorias en proceso de cambio
Con una hibernación cada vez más corta, los murciélagos comienzan antes la actividad en comparación con otros años, adelantan los desplazamientos migratorios y llegan antes a los refugios de primavera. Si hay episodios tardíos de frío cuando llega la primavera, es posible que no estén preparados para afrontar periodos de bajas temperaturas. Estos cambios también podrían tener implicaciones en la conservación y la gestión de la especie. "Las rutas migratorias y los desplazamientos estacionales de los murciélagos de cueva están muy bien documentados en Cataluña. En los últimos años, se han identificado nuevas localidades en estas rutas, pero también se han perdido o alterado algunos de los refugios importantes conocidos", comenta Serra-Cobo.

Por ejemplo, se sabe que en un refugio de hibernación de las comarcas de Tarragona el aumento de la temperatura interior impidió la hibernación del murciélago de cueva. La pérdida de este refugio como lugar de hibernación modificó la migración de esta especie y alteró algunas de las rutas migratorias del sur de Cataluña.

Las especies mediterráneas, las más afectadas por el cambio climático
El cambio global también podría alterar la función ecológica de los quirópteros, que son decisivos para el control de plagas de insectos y de vectores de enfermedades infecciosas en el medio natural. ¿Cómo podrían afectar todos estos cambios en el ciclo biológico de sus presas? Todo indica que la fenología de ciertas especies de insectos también se ha adelantado con el calentamiento climático. Así coincidiría con el final de hibernación de los murciélagos, de modo que el impacto de acortar la hibernación sería menor si estos dos acontecimientos estuvieran sincronizados.

Todas las especies de quirópteros pueden quedar afectadas por el cambio climático, pero la magnitud del impacto puede ser muy diferente entre grupos de murciélagos con diferentes patrones biogeográficos. "Las especies mediterráneas, adaptadas a unas condiciones climatológicas con temperaturas más elevadas, podrían ser menos vulnerables para el calentamiento climático que las especies de latitudes más nórdicas o boreales", concluye el equipo.

Artículo de referencia:
Marc López-Roig, Eduard Piera y Jordi Serra-Cobo (2024). Thinner bats to face hibernation as response to climate warming. Scientific Reports,14: 2117.

AUTORES:
Marc López-Roig y Jordi Serra-Cobo (Facultad de Biología e Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) / Universidad de Barcelona) y Eduard Piera (Generalitat de Cataluña).


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