Faunia mundial

Rinoceronte blanco: el gigante del pastizal

Espectacular recuperación de la subespecie sureña, pero la del norte está ya casi extinguida

Miércoles 22 de octubre de 2014
Hace un siglo, la subespecie sureña de rinoceronte blanco se daba por extinguida. Hoy, más de diez mil ejemplares pastan libres por pastizales y sabanas, la mayoría en Suráfrica, gracias a uno de los éxitos más abrumadores en la historia de la conservación. En cambio, la subespecie del norte, más abundante en el pasado que
la otra, está a punto de desaparecer de su último reducto, Garamba,
en el antiguo Zaire.


Al igual que hipopótamos y elefantes, los rinocerontes son los últimos representantes de una estrategia vital muy extendida en el pasado de nuestro planeta: la de los herbívoros gigantes. En el Terciario, hace unos cuarenta millones de años, existieron muchos tipos de rinoceróntidos y hace catorce millones de años, durante el Mioceno, las sabanas y praderas de África estaban ocupadas por un antepasado común de los rinocerontes actuales de este continente.

El registro fósil nos cuenta que hace unos cinco millones de años, a principios del Plioceno, poco antes de que apareciesen en escena los primeros Australopithecus (antecesores de nuestro género Homo), este antepasado común divergió en dos formas que a la postre se convertirían en el rinoceronte negro (Diceros bicornis) y el rinoceronte blanco (Ceratotherium simun)