Opinión

La conservación de las tortugas de tierra en España

Informe por Joan Oliver

Miércoles 22 de octubre de 2014
Unas recientes jornadas en Mallorca confirman la buena evolución de varias poblaciones de tortugas mediterránea y mora, aunque se señalaron algunos problemas y necesidades de conservación importantes. Evaluaciones periódicas, planes de recuperación, traslocaciones con criterio y un mayor control de las importaciones norteafricanas fueron algunas de las recomendaciones planteadas.

Los pasados 21 y 22 de mayo tuvieron lugar en la finca pública de Son Real (Mallorca) unas jornadas técnicas sobre conservación de tortugas terrestres en España. En esta reunión, organizada por la Conselleria de Medio Ambiente y Movilidad de Baleares, participaron científicos, representantes de ONG y técnicos de administraciones autonómicas, que expusieron el estado de conservación de las poblaciones autóctonas de estas especies, de las que se consideran históricas o de las que han sido introducidas a lo largo de las últimas décadas.

Entre las conclusiones adoptadas por los participantes, se destacó que la protección legal de especies y hábitats, así como un mayor control del comercio, han permitido en los últimos decenios una evolución positiva de diversas poblaciones. Otras, como las de la tortuga mediterránea (Testudo hermanni ) de la sierra de La Albera (Girona), considerada como la última población natural ibérica de la especie, y casi todas las de tortuga mora (T. graeca) del Sureste Ibérico y Mallorca, siguen estando amenazadas y su continuidad se ve seriamente comprometida.

Mientras tanto, los programas de reintroducción en espacios protegidos, como el Delta del Ebro, el Garraf y la sierra del Montsant, en Cataluña, o el Parque Natural de Mondragó, en Mallorca, se desarrollan positivamente. Y en casos en los que se encuentran en su fase inicial, como el de la sierra de Irta, en la provincia de Castellón, tienen buenas perspectivas (ver Quercus 288, págs. 30 a 36).


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