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El conejo en la Campiña de Córdoba: ¿es realmente una plaga?

Conejo y gestión de hábitat LA SOLUCIÓN PASARÍA POR RESTAURAR LA FUNCIONALIDAD DEL ECOSISTEMA

Miércoles 22 de octubre de 2014
Sin depredadores y en cultivos donde no quedan lindes u otros reductos de vegetación natural, los daños producidos por el conejo se agravan. Es lo que parece haber ocurrido en viñedos de la Campiña de Córdoba. Más que tratar a la especie como plaga, la solución pasaría por restaurar la funcionalidad del ecosistema.

por Isabel C. Barrio, Francesca Cirilli, Francisco Sánchez Tortosa y Rafael Villafuerte


El conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) es una especie originaria de la península Ibérica, donde juega un papel fundamental en la conservación de los ecosistemas mediterráneos (1). Sin embargo, en las últimas décadas hemos presenciado un declive espectacular de muchas de sus poblaciones, debido a la incidencia de dos enfermedades víricas (la mixomatosis en los años cincuenta y la enfermedad hemorrágica en los noventa), la sobreexplotación cinegética y la pérdida de hábitat (2).

Se calcula que la mayor parte de las poblaciones ibéricas de conejo ha disminuido más de un 50% desde los años noventa (3), hasta el punto de que la especie es considerada actualmente como “Vulnerable” en el Atlas y Libro Rojo de los Mamíferos de España y como “Casi amenazada” en la Lista Roja de la UICN.

Sin embargo, a pesar del declive generalizado de sus poblaciones, el conejo se ha recuperado en determinadas zonas en las que los depredadores y las enfermedades no limitan su crecimiento demográfico. En un estudio reciente se comprobó que en zonas de Castilla-La Mancha y Andalucía una cuarta parte de las poblaciones permaneció estable o incluso incrementó en abundancia en los últimos quince años (3). Estas zonas tienen en común unas condiciones de hábitat adecuadas y un manejo que resulta favorable para la especie.

En zonas agrícolas semiáridas, el aumento de los daños causados por conejo ligado a estas situaciones supone un grave conflicto de intereses entre agricultores, cazadores y conservacionistas. Hasta el punto de que en los últimos años ha crecido la alarma social por este motivo. No es infrecuente encontrar en los periódicos locales noticias sobre lo que han dado en llamar una “plaga”. Tanto es así que, por ejemplo, la Campiña Sur de Córdoba ha sido declarada área de emergencia cinegética temporal por la Consejería de Medio Ambiente de Andalucía, porque al parecer los conejos frenan uno de los motores económicos de la región: el viñedo.

Esta regulación contempla una serie de medidas de carácter excepcional, entre ellas las capturas en vivo mediante hurón o capturaderos durante todo el año, así como la ampliación del periodo hábil para armas de fuego hasta finales de abril. Recordemos que lo habitual es que se permita la caza del conejo en la zona en julio y agosto para la media veda y de octubre a diciembre en el periodo general.


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