Miércoles 22 de octubre de 2014
En el noreste de Badajoz, el cauce embalsado del río Guadiana cruza sierras, dehesas y pseudoestepas con joyas naturales como el águila perdicera, el pez fraile y la orquídea Serapias perez-chiscanoi. Pero tampoco faltan amenazas: intensificación agrícola, urbanismo ilegal o falta de planificación en las áreas protegidas.
por Pablo Ramos
Sierras, dehesas y pseudoestepas se suceden en el amplio territorio del noreste de la provincia de Badajoz vertebrado por el río Guadiana y sus colosales embalses de García Sola (también conocido como Puerto Peña) y Orellana.
El lugar agrupa nada menos que cuatro figuras de protección, a saber: Zona de Interés Regional (ZIR) “Embalse de Orellana y Sierra de Pela” según la ley 9/2006 de conservación de la naturaleza de Extremadura, ZEPA según la Directiva de Aves, LIC según la Directiva Hábitat y Humedal de Importancia Internacional según el Convenio de Ramsar.
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