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La construcción de la población española de malvasía cabeciblanca

A pesar de su baja variabilidad genética, las malvasías son aves muy polimórficas. En la imagen puede apreciarse la diferente coloración de dos hembras (izquierda). En los machos (derecha) es la extensión del color blanco en la cabeza su rasgo más variable (foto: Vicente Sancho).

¿ES O NO UNA ESPECIE PROPIA DE NUESTROS HUMEDALES?

Miércoles 22 de octubre de 2014

En 1977 no quedaban más de 22 malvasías, todas ellas refugiadas en la laguna cordobesa de Zóñar. Hoy su población se cuenta por millares. ¿Qué ha pasado en estos 35 años? ¿Por qué fueron tan escasas en el pasado y hoy pueden considerarse fuera de peligro?

por Juan Jiménez



La recuperación de la malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala) en España es un proceso bien conocido y tiene todos los ingredientes de una historia emocionante: llena de riesgos inminentes que son atajados por la actuación de conservacionistas, rigurosos investigadores que proporcionan la base científica, decisiones administrativas contundentes (por raro que sea) y una singular coordinación entre el Estado, las comunidades autónomas y un marco internacional de actuación.

Para resumirlo, nada mejor que empezar por citar a uno de sus principales actores: José Antonio Torres-Esquivias. En uno de sus primeros trabajos incluye una gráfica sobre el desplome de la población de malvasías entre los años cincuenta y ochenta del siglo pasado (1), cuando prácticamente todos los representantes europeos de la especie se concentraban en Andalucía. A partir de una revisión bibliográfica, dibuja una curva en la que, desde una estimación inicial de 400 ejemplares en las marismas del Guadalquivir en los años cincuenta, la población se va reduciendo hasta tocar fondo con un máximo de 22 aves censadas en la laguna de Zóñar (Córdoba) en el invierno de 1977-1978.

Como buen punto de inflexión, ese momento marca el inicio de las actuaciones para conservar a la especie, que empezaron por prohibir la caza en esa y en otras lagunas cordobesas. Bien es cierto que la malvasía ya estaba protegida desde la Orden de Vedas de la temporada 1964-1965, aunque con escaso éxito. A partir de aquella medida la población logró estabilizarse y poco a poco comenzó a crecer. Los resultados están muy bien documentados desde entonces (2): tras su expansión en Andalucía, la malvasía colonizó Castilla-La Mancha, Murcia y la Comunidad Valenciana como especie reproductora.

Hemeroteca
Quercus 327 (mayo 2013)
Ref. 5301327 / 3’90
• La percepción estética de una carnicería. Joan Mayol.

Quercus 322 (diciembre 2012)
Ref. 5301322 / 3’90
• Reintroducción de especies: ¿por qué unas sí y otras no? José María Rey Benayas y otros autores.

Quercus 207 (mayo 2003)
Ref. 5301207 / 3’90
• La recuperación de la malvasía cabeciblanca en España. José Antonio Torres-Esquivias.

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