Por Carlos A. Font Gavira
El pasado mes de junio un león mató a un niño de cinco años en una granja en el distrito de Amreli, en el estado de Gujarat. El fatal suceso no aconteció en África, hogar por antonomasia del león, sino en la India. La última población de león asiático (Panthera leo persica) se halla acantonada en el área protegida del Parque Nacional y Santuario de Vida Silvestre de Gir. Sin embargo, el aumento de su población ha provocado que estos animales rebasen los límites de las zonas protegidas y se aventuren a internarse en aldeas y Gaviragranjas con el inevitable choque con los seres humanos. ¿Cómo se ha llegado a esta situación? ¿Cómo una especie virtualmente extinta ha logrado recuperarse y ahora reclama su antiguo reino?
Llegaron hasta la periferia de Delhi
La India cuenta con una diversidad de fauna salvaje realmente envidiable. Los grandes depredadores están representados por dos félidos, el león asiático y el tigre (Panthera tigris), que cohabitaron históricamente en el subcontinente. El rango de distribución del león fue muy amplio y durante la Antigüedad englobaba todo el Medio Oriente, Asia Menor e incluso la Grecia continental. Esta especie llegó a ser muy abundante en la India y se extendió por un área que cubría los actuales estados de Gujarat, Rajastán, Madhya Pradesh, Uttar Pradesh y hasta los límites de Bengala Occidental. La populosa ciudad de Delhi, capital del sultanato de nombre homónimo, era frecuentada por manadas de leones que se acercaban a las proximidades de los barrios periféricos.
AUTOR:
Carlos A. Font Gavira es historiador, investigador y doctorando por la Universidad de Sevilla. Tuvo la oportunidad de conocer personalmente el Parque Nacional y Santuario de Vida Silvestre de Gir (Gujarat, India) en el otoño de 2017 para documentar el proyecto de conservación del león asiático.