Las estatuas que adornan el Jardín de Plantas de París rinden homenaje a una pléyade de sabios naturalistas franceses, con figuras de la talla de Saint Pierre, Lamarck, Cuvier y Saint-Hilaire.
Carlos M. Herrera tiene razón. Suele tenerla. La Ecología, con mayúsculas, no debe meter en el trastero la vieja y comprobada estrategia de estudiar a las especies en su medio natural. Por muy deslumbrantes que nos parezcan las nuevas herramientas...