Observatorio / Noticiario

Nuevas poblaciones del hongo
Sarcoscypha jurana en Huesca
E
l hongo Sarcoscypha jurana es un ascomiceto que vive sobre la madera de tilo en descomposición. Antes de empezar la primavera, forma unos cuerpos fructíferos (apotecios) muy llamativos, de color rojo, en forma de copa al principio y de disco al madurar. A simple vista, es muy parecido a S. coccinea, que vive sobre la madera de los géneros Quercus (carrascas, quejigos y robles), Fagus (hayas), Corylus (avellanos) y Salix (sauces), entre otros. Además de por el sustrato utilizado, se diferencia de S. coccinea sólo por caracteres microscópicos: extremos de las esporas truncados o incluso algo cóncavos, presencia de dos grandes gotas lipídicas cerca de cada extremo, un envoltorio mucilaginoso de las esporas en himenio vivo, ausencia de conidios en las esporas y pelos del excípulo ectal curvados (1).

MARES Y COSTAS

Primer registro de un zifio de Sowerby varado
en la costa gallega

FAUNA URBANA

La capacidad de aprendizaje de los vencejos



La enigmática migración
de los alcaudones dorsirrojos:
de León a Mozambique y vuelta a casa
En colaboración con otras instituciones, la Fundación Migres ha obtenido los primeros datos sobre la singular migración de algunos alcaudones dorsirrojos que nidifican en la provincia de León. Con apenas 30 gramos de peso, estas aves son capaces de recorrer 19.700 kilómetros durante su largo periplo migratorio.

por Fundación Migres

I
nvestigadores de la Fundación Migres, en colaboración con el Centro de Macroecología, Evolución y Clima de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y la consultora ambiental Opsis, han obtenido los primeros datos conocidos sobre la peculiar migración de los alcaudones dorsirrojos ibéricos. En concreto, han recogido información sobre fenología migratoria, rutas seguidas y lugares de sedimentación e invernada en África. También han podido confirmar la denominada “migración en lazo”, en la que el viaje primaveral es un 20% más largo que el otoñal e incluye un amplio rodeo por la península Arábiga. El itinerario recorrido por los individuos marcados es de 19.700 kilómetros, una de las mayores distancias cubiertas por un paseriforme durante su ciclo anual.

Otro rasgo puesto de manifiesto es la existencia de diferentes estrategias espacio-temporales utilizadas por los alcaudones durante la migración primaveral y otoñal. Por ejemplo, necesitan áreas de estancia muy dispares para completar su ciclo anual, lo cual sugiere un sofisticado mecanismo de control endógeno, más complejo que el mero sistema de reloj y brújula sugerido para migrantes solitarios terrestres.

BUZÓN DEL OBSERVATORIO

¡Qué juego están dando las flores de jara pringosa!
Una nota publicada el año pasado en el Observatorio daba cuenta de una flor de jara pringosa (Cistus ladanifer var. maculatum) con seis pétalos, encontrada en el madrileño monte de El Pardo (Quercus 315, págs. 42-43). Unos meses después, yo mismo di a conocer un ejemplar encontrado en la provincia de Guadalajara con varias flores que tenían cinco, seis y siete pétalos (Quercus 317, pág. 43). Ya en abril de este año, un lector revelaba el encuentro, esta vez en la provincia de Toledo, de varias flores con seis, siete, ocho e incluso diez pétalos, todas ellas pertenecientes a ejemplares de la variedad maculata.

También en el pasado mes de abril, estuve prospectando las primeras flores abiertas de jara pringosa en el municipio de Mesones (Guadalajara), centrando mi atención esta vez en los ejemplares de pétalos completamente blancos. Encontré así varias plantas con flores de ocho pétalos y dos que tenían una flor de sólo cuatro pétalos.

Batido el record anterior de siete pétalos –por goleada– y dada la baja probabilidad de encontrar flores con más de diez pétalos, en esta ocasión mi apuesta es por lo bajo: ¿quién será el afortunado que encuentre flores de jara pringosa con menos de cuatro pétalos?

Dirección de contacto:
Luis Miguel Fernández Arranz •
Parque Eugenia de Montijo, 10 •
28047 Madrid • Correo electrónico:
luisferarra@yahoo.es


PIE DE FOTO: Flores de jara pringosa (Cistus ladanifer)
con cuatro y ocho pétalos completamente blancos (foto: L.M. Fernández).