Me ha tocado en suerte seguir de cerca la historia de SEO/BirdLife a lo largo de buena parte de su trayectoria, por lo que desde Quercus se me invita amablemente a efectuar un esbozo de mi ONG desde una perspectiva personal, ahora que después de cuatro mandatos consecutivos estoy a punto de dejar en otras manos la presidencia de la organización. Con mi agradecimiento, aquí van estas líneas que espero respondan a lo que se me pide.
Fui admitido como miembro de número de la Sociedad Española de Ornitología (SEO) en 1968, con 16 años, cuando la asociación contaba con 14 de existencia y muy pocos cientos de asociados. De su funcionamiento era entonces máximo responsable el secretario general, Francisco Bernis, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, auxiliado por dos ayudantes en su cátedra, Manuel Fernández Cruz y Ramón Sáez-Royuela, y por su propia esposa, Cristina Carro. Aquel mismo año comencé mis estudios universitarios y al cabo de poco pude presenciar el traslado de la sede de SEO desde su primer emplazamiento en el Museo Nacional de Ciencias Naturales hasta mi facultad, la de Biología.