Dos cachalotes muertos por colisión con buques al este de Tenerife han reactivado la alarma: la subpoblación canaria de esta especie emblemática se encamina a la extinción local. La presión del tráfico marítimo en su hábitat amenaza un frágil equilibrio biológico profundamente ligado a la vida social de estos formidables cetáceos.
Por Natacha Aguilar y Marc Martín
El cachalote (Physeter macrocephalus) en Canarias va rumbo a la extinción local, crónica de una muerte anunciada desde hace ya décadas. Los dos ejemplares, hallados ambos el pasado 21 de mayo con enormes cortes frontales producidos por choques con barcos al este de Tenerife, son la prueba de que este grave problema continúa.
El primer cachalote detectado, varado en la costa, se trataba de una hembra de tan sólo nueve metros, el tamaño al que alcanza la madurez sexual, de modo que probablemente se hubiese reproducido una vez, o ninguna, antes de morir arrollada.
El análisis por parte del Instituto Universitario de Sanidad Animal de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, dirigido por Antonio Fernández, confirmó la muerte súbita de este animal por un corte de 2'5 metros, consistente con una colisión por un buque de alta velocidad con la proa afilada.
AUTORES:
Natacha Aguilar (natacha.aguilar@ieo.csic.es), del Centro Oceanográfico de Canarias (IEO/CSIC) y Marc Martín, de la Universidad de La Laguna.