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El ejemplar atacado salvó su vida gracias al emisor GPS con arnés torácico que portaba

Así escapó un águila perdicera del ataque de dos águilas imperiales

El águila perdicera Haza, liberada en 2014 en la Sierra Oeste de Madrid, vuela con su emisor GPS visible en el dorso (foto: Sergio de la Fuente / Grefa).
El águila perdicera Haza, liberada en 2014 en la Sierra Oeste de Madrid, vuela con su emisor GPS visible en el dorso (foto: Sergio de la Fuente / Grefa).
viernes 01 de febrero de 2019, 17:40h

El marcaje con emisor GPS mediante arnés torácico, empleado en muchos proyectos de recuperación y seguimiento de rapaces amenazadas, salvó la vida de un águila perdicera reintroducida en 2014 en la Sierra Oeste de Madrid. El dispositivo permitió a este ejemplar escapar del ataque de una pareja de águilas imperiales.

Por Juan José Iglesias, Víctor García, Sergio de la Fuente, Ernesto Álvarez y Manuel Galán

El proyecto europeo LIFE Bonelli, ya finalizado, comenzó su andadura en 2013 con el objetivo de que se formasen nuevas parejas de águila perdicera o de Bonelli (Aquila fasciata) a través de la liberación de ejemplares de esta especie procedentes de diferentes orígenes (ver Quercus 381, págs. 20 a 27).

Algunos habían sido criados en cautividad y otros venían cedidos por diversas comunidades autónomas, bien porque habían sido objeto de desnides y rescates (como en el caso de Andalucía, con una de las mayores poblaciones de la especie en Europa), bien porque fueron rehabilitadas en centros de recuperación de fauna salvaje.

Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.

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