Un estudio realizado en aguas del Mediterráneo, desde Cataluña hasta la Región de Murcia, ha permitido recoger valiosa información sobre el estado de conservación de la raya estrellada. Como otras especies sometidas a explotación pesquera, su abundancia y distribución espacial están relacionadas con el impacto de la pesca, aunque también influyen la profundidad del mar y el tipo de hábitat.
por Joan Navarro y Marta Coll
Tiburones y rayas son peces cartilaginosos (Elasmobranquios) y forman parte de la fauna marina más legendaria y emblemática. Juegan un papel fundamental en el funcionamiento de muchos ecosistemas, ya que suelen ser depredadores apicales, y pueden orientarnos sobre el estado de conservación de las comunidades marinas (1). Sin embargo, la mayor parte de los elasmobranquios se ven afectados por la destrucción de sus hábitats, el impacto pesquero y la contaminación marina, factores que están mermando sus poblaciones a escala mundial (1). Este es el caso, sin ir más lejos, del mar Mediterráneo, una región de gran biodiversidad donde se ha descrito el 7% de la fauna mundial de elasmobranquios (2). La mayoría de las especies mediterráneas de tiburones y rayas están amenazadas (3) y el declive de muchas de sus poblaciones ha alterado el papel ecológico que venían cumpliendo (4).
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