Tras la entrada en vigor de una nueva ley en Francia para proteger a los cetáceos del
impacto del tráfico marítimo, WWF recuerda que cada año mueren hasta cuarenta
ejemplares de rorcual común, la segunda ballena más grande del planeta, como
consecuencia de las colisiones con buques en el mar Mediterráneo.
Por José Luis García Varas
La colisión con barcos es la causa de la muerte de la mitad de los rorcuales comunes (Balaenoptera physalus) que aparecen varados en las costas mediterráneas. Las zonas de alto riesgo combinan un intenso tráfico marítimo y una presencia continua de diversas especies de cetáceos.
Con una tasa de crecimiento del 3-4% anual, el tráfico marítimo en el Mediterráneo casi se ha duplicado desde 2002 y, según las previsiones, seguirá creciendo.
En el Santuario de Pélagos el riesgo de colisiones es aún mayor, más del triple, debido a la gran concentración de cetáceos y al intenso tráfico turístico alrededor de Córcega y Cerdeña. Hablamos de la mayor área marina protegida del Mediterráneo, situada entre Italia, Mónaco y Francia.
WWF ha conseguido ya en Francia que la instalación de sistemas anti-colisión sea obligatoria en buques de más de 24 metros que naveguen por este santuario, incluidos los turísticos.
Autor: José Luis García Varas (jlgvaras@wwf.es ) es responsable del programa marino de WWF España.
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