Halcón de Eleonor, el viajero incansable

El halcón de Eleonor (Falco eleonorae) es una de las rapaces más escasas y desconocidas. Al ser un ave migratoria de larga distancia –inverna en la isla de Madagascar, las islas Mascareñas y ciertas zonas de África oriental– y presentar la fenología reproductora más retardada de las rapaces europeas (ajusta su periodo de cría, a finales del verano, al paso post-nupcial de miles de pequeñas aves migratorias), es un organismo ideal para evaluar asuntos de gran interés biológico, como por ejemplo los mecanismos de orientación durante la migración o la influencia del cambio climático.
Hace unos meses hacíamos público en esta misma revista el inicio de una investigación sobre el halcón de Eleonor, la primera realizada desde España con esta especie mediante seguimiento vía satélite (ver Quercus 263, pág. 12). Iniciada en 2007 y aún en marcha, está mostrando ya los primeros resultados, que podemos calificar de sorprendentes, o por lo menos inesperados, a la luz de la literatura previamente disponible sobre la especie.

El seguimiento vía satélite no es más que un instrumento entre los muchos de los que disponemos actualmente los investigadores. Esta técnica, en combinación con otras como el anillamiento científico, el estudio a nivel molecular, el análisis de isótopos o la valoración de los parámetros sanguíneos, nos permite responder a cuestiones como por ejemplo dónde están, por dónde se mueven o dónde invernan los ejemplares marcados.

También podemos indagar mejor en los mecanismos subyacentes que determinan los patrones de conducta de estos animales (cómo se orientan, si el comportamiento es innato o aprendido), o incluso sobre el estado de salud de una población y el grado de intercambio a nivel genético con otras. Los resultados obtenidos mediante estas técnicas son de gran importancia para una gestión y conservación de las especies adecuada.