Cuando hablamos de lobos, muchas son las voces que ponen en evidencia los costes económicos que provocan, sobre todo a la ganadería. Sin embargo, dos estudios realizados en Norteamérica demuestran que estos cánidos actúan como garantes de la seguridad vial gracias al control que ejercen sobre animales como los ciervos, causantes de miles de accidentes.
Por Carlos Sunyer Manteiga
En artículos anteriores publicados en esta misma revista abordé los costes letales que supuso la desaparición de los buitres en la India (ver Quercus 463, págs. 40 y 41) y el valor económico que tienen los árboles en nuestras ciudades (ver Quercus 478, págs. 52 y 53).
En esta ocasión, el turno es para el lobo (Canis lupus). La motivación de este artículo sigue siendo visibilizar los beneficios, en principio intangibles, de la presencia de ciertas especies animales. E n el caso del lobo, los costes económicos que ocasiona se calculan con relativa facilidad, pero no así sus beneficios. Y lo invisible, como suele ocurrir también en política, raramente se recompensa o se tiene en cuenta: el político que reacciona con acierto ante una catástrofe recibe todo el reconocimiento, pero no aquel que la evita.
AUTOR:
Carlos Sunyer Manteiga (csunyer@eco.uc3m.es) es estudiante de doctorado en el Departamento de Economía de la Empresa en la Universidad Carlos III de Madrid.