Todo agricultor que lo desee puede convertirse ya en un productor de biodiversidad y ser donante de unos servicios ecológicos que acaben favoreciendo a sus propias explotaciones. No es una utopía: la “Guía para la plantación de setos e islotes forestales en campos agrícolas mediterráneos”, que acaba de publicar la Fundación Internacional para la Restauración de Ecosistemas (FIRE), da a conocer una serie de técnicas para fomentar la vegetación natural en agroecosistemas –cultivos y pastizales– de forma compatible e incluso beneficiosa para la agricultura y la ganadería.
Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.