¿Acaso fue un ave ornamental en tiempos de los romanos?
El factible pasado
doméstico
del calamón
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
El calamón es una vistosa ave de nuestras zonas palustres que
aparece representada en varios mosaicos y frescos romanos.
¿A qué se debe tanto interés por una especie que ha estado
a punto de extinguirse en el Mediterráneo? Tal vez a que
en aquellos tiempos fuera un ave parcialmente
doméstica, mantenida como mascota u ornamento de villas y jardines.
Conocido en la albufera de Valencia como Gall de Canyar, el calamón común (Porphyrio por-phyrio) se extinguió como nidificante en la mayoría de las zonas húmedas de la Comunidad Valenciana en los primeros años del siglo XX. Los motivos, como en muchos otros lugares de la península Ibérica, fueron la caza excesiva y la transformación en tierras de cultivo de una gran parte de los humedales que ocupaba.
En 1988, como una de las iniciativas emblemáticas del entonces recientemente declarado Parque Natural de L’Albufera, pusimos en marcha un ambicioso proyecto de reintroducción del calamón en este espacio protegido. Hay que recordar que en aquellos años la especie estaba realmente amenazada y toda su población europea, salvo el núcleo de la isla de Cerdeña (Italia), se concentraba en las marismas del Guadalquivir. Nuestro proyecto comenzó con la recogida de un grupo de ejemplares en Doñana y su posterior traslado a unas instalaciones especialmente diseñadas para su acogida en el Centro de Recuperación de Fauna “La Granja” de El Saler (Valencia).