A finales de 2016, la sección de medio ambiente de la Policía Autónoma de Andalucía depositó en el Centro de Colecciones de la Universidad de Almería (CECOUAL) dos fragmentos de huesos fosilizados de lo que parecía ser un oso pardo, hallados en la sierra de Gádor (Almería). En este centro se conservan colecciones geológicas, paleontológicas, zoológicas y botánicas, tanto para su estudio científico como para su aprovechamiento didáctico. Los huesos aparecieron en el interior de una cueva que seguramente sirvió como osera. Por motivos de seguridad, omitimos adrede su nombre, ya que se ha producido un derrumbe que tapa más huesos del fósil, posiblemente debido a la actividad minera de hace años. Dado que no es segura, por el momento tampoco se ha extraído nuevo material.
El almeriense Trinidad de Torres, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), descubridor de la sima de los huesos de Atapuerca y especialista en osos fósiles, se ofreció a identificar y datar los restos óseos hallados en Almería. Los análisis fueron realizados en el Laboratorio de Estratigrafía Biomolecular
de la UPM, que dirige el propio Torres, y confirmaron que los fragmentos corresponden al cúbito y al radio de un oso pardo (Ursus arctos) que habitó en la sierra de Gádor hace 400.000-500.000 años. Podrían ser los restos de oso pardo más antiguos de España (1) y figurar entre los tres más antiguos del mundo junto a los de Francia (2) e Italia (3).
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