Los últimos datos sobre esta población norteafricana de foca monje muestran un horizonte esperanzador: del centenar de ejemplares en 1998 se ha pasado a 330, con una media de ochenta crías por año. La muestra permite conocer el trabajo de seguimiento mediante vídeo-vigilancia que se lleva a cabo en la reserva “La Costa de las Focas” de Cabo Blanco por parte del equipo de la fundación española CBD-Hábitat. Con el apoyo de los Gobiernos español y mauritano, así como otras instituciones internacionales, el proyecto se traslada también a diferentes ámbitos de la vida mauritana con actividades de cooperación al desarrollo, educativas y de concienciación dirigidas a la población local para facilitar su convivencia con la foca monje, practicando la pesca sostenible y aprendiendo a respetar la biodiversidad de su entorno. La exposición El regreso de la foca monje podrá visitarse durante todo el año 2018.