Desde hace diez años, el Tancat de la Pipa, en la orilla norte de la Albufera de Valencia, es el escenario de un modelo participativo de gestión que ha logrado algo importante: comprobar sobre el terreno los beneficios derivados de un proyecto de restauración ambiental destinado a crear un humedal de alto valor ecológico.
Por Anna Valentín, Lucía Moreno, Tonyi Rodrigo, Carmen Hernández y Mamen regidor
Más de treinta años después de ser declarada Parque Natural, la Albufera de Valencia continúa enfrentándose hoy en día a tres grandes problemas ecológicos: la eutrofización de las aguas, el incremento de las demandas hídricas en la cuenca del Júcar y la escasez de ambientes palustres.
Son problemas que arrastra el humedal más emblemático de la Comunidad Valenciana desde el colapso ambiental vivido en los años setenta debido a la intensificación agraria, la urbanización y la industrialización de toda su cuenca.
En este contexto, en el año 2007, con el objetivo de desarrollar un proyecto piloto para la mejora de la calidad del agua, la recuperación de la biodiversidad y el aumento de las infraestructuras para el uso público, la Confederación Hidrográfica del Júcar restauró cuarenta hectáreas de arrozales en la orilla norte de la laguna de la Albufera.
Autoras: Anna Valentín (Delegación de SEO/BirdLife en la Comunidad Valenciana), Lucía Moreno (Acció Ecologista- Agró), Tonyi Rodrigo (ICBiBE, Universitat de València), Carmen Hernández (IIAMA, Universitat Politècnica de València) y Mamen Regidor (Confederación Hidrográfica del Júcar).
Contacto: Tancat de la Pipa, custodiatancatdelapipa@gmail.com
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