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Tres plantas invasoras de los campos en Castilla y León

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:53h
Tres plantas invasoras de los campos en 
Castilla y León
La introducción de especies exóticas es uno de los cinco problemas ambientales básicos del mundo actual, junto con la destrucción de los hábitats, la fragmentación del
territorio, la contaminación y la sobreexplotación de los
recursos naturales. En las páginas siguientes destacamos
el caso de varias especies vegetales que se han adaptado a nuestra flora y compiten ya con las plantas nativas.
La entrada y expansión de nuevas especies, así como la retracción y desaparición de otras, son procesos que se producen tanto por causas naturales como artificiales. La diferencia radica en que la dinámica natural es lenta y cubre distancias relativamente cortas, mientras que la introducción propiciada por el hombre es mucho más rápida y supera barreras geográficas infranqueables para otros organismos. Así, las especies autóctonas o nativas se han originado y expandido de forma natural en la misma región donde habitan, mientras que las especies alóctonas o exóticas proceden de otras áreas biogeográficas. En el caso de las plantas, las especies introducidas antes del descubrimiento de América se denominan “arqueófitos” y las que llegaron después “neófitos”. En la actualidad, el número de neófitos supera ampliamente al de arqueófitos.

La capacidad de un territorio para acoger especies alóctonas está directamente relacionada con su estado de degradación ambiental. Es más fácil que se asienten si la vegetación nativa ha sido eliminada, abundan los medios de introducción (jardinería muy desarrollada, agricultura intensiva, tráfico intenso de mercancías) y la climatología es favorable. En consecuencia, la mayor presencia de especies exóticas coincide en España con los dos archipiélagos –Baleares y Canarias– y las áreas costeras, tanto mediterráneas como cantábricas y atlánticas. Las regiones interiores, por el contrario, arrojan valores sensiblemente más bajos debido a la menor presión demográfica y a unas condiciones térmicas mucho más severas. Este es el caso, por ejemplo, de Castilla y León.
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