Cantabria es el principal refugio ibérico del pico mediano

El pico mediano (Dendrocopos medius) es un pájaro carpintero que en la península Ibérica se distribuye únicamente por la franja norte, en pleno dominio eurosiberiano, aunque llega a alcanzar los melojares del piso bioclimático supramediterráneo que se sitúan en la vertiente sur de la cordillera Cantábrica. La reducción de bosques maduros y los modelos de gestión forestal que tienden a la eliminación de los árboles añosos han motivado la dispersión del ave en núcleos aislados, sin apenas contacto entre sí.

La primera cita de presencia de pico mediano en Cantabria se dio a principios del siglo XX en el valle de Liébana y corresponde al ornitólogo británico Henry Witherby (1). Muchos años después, en la década de los setenta, Alfredo Noval citó haberlo visto en la cordillera Cantábrica, desde el actual Parque Natural Saja-Besaya (Cantabria) por el este, hasta la Reserva Natural de Muniellos (Asturias) por el oeste. Pero hacía hincapié en lo escaso y difícil de observar que era (2).

A mediados de los ochenta, Isidoro Fombellida, uno de los autores de este artículo, difundió en Ardeola, la revista científica de SEO/BirdLife, algunas localidades con presencia del pico mediano en los valles cántabros del Saja y el Deva (3). Hace referencia a la facilidad de observación en estas zonas, ya que se obtiene casi igual número de registros que para el pico picapinos, más abundante y extendido. Más tarde, estas citas son recogidas en una revisión sobre la situación de la especie (4).

La primera información cuantitativa sobre la población de pico mediano en Cantabria es dada a conocer gracias a un trabajo presentado en las II Jornadas Ornitológicas del Cantábrico (5), celebradas en Santoña en octubre de 1999. En este estudio fueron muestreadas doce masas forestales en cinco valles, mediante itinerarios. En ocho de estas masas se halló a la especie como reproductora, con una densidad de entre 0’28 y 0’86 territorios de nidificación cada diez hectáreas (0’36 para el área total muestreada y 0’42 si consideramos sólo los bosques con resultado positivo).