Antiguamente, el mantenimiento de los bosques catalanes se hacía de manera natural con el pasto. Pero el abandono de campos de cultivo y la disminución de rebaños han hecho crecer de forma desordenada el sotobosque y eso favorece la virulencia de los incendios forestales, propios del clima mediterráneo.
Obra Social de Caixa Catalunya practica ya la gestión natural del territorio con pastos en la Montaña de Alinyá, propiedad de la entidad desde 1999. Mediante acuerdos con cuatro pastores, mantiene limpio el sotobosque durante todo el año en más de 5.000 hectáreas de bosque.