El declive de los insectos es consecuencia de la pérdida de hábitat, especialmente de prados y pastizales, debido a los usos agrícolas, la utilización de plaguicidas (insecticidas, herbicidas y fungicidas), la incidencia de patógenos y el cambio climático. Por poner un ejemplo, se estima que el 40% de las especies de insectos polinizadores se hallan en peligro de extinción como consecuencia de las actividades humanas. Especialmente grave es el caso de las diferentes especies de abejas silvestres que están presentes en España.
La Asociación Española de Entomología y Ecologistas en Acción animan a todas las personas y a las administraciones a colaborar en la conservación de los insectos, a informarse de su gran importancia ecológica y a evitar que se maten de manera innecesaria y gratuita.
Acceso a la campaña Sin insectos no hay vida:
https://bit.ly/34JSD8l