Si observamos la evolución de la superficie construida en España en las últimas décadas, salta a la vista cómo grandes crecimientos urbanísticos han traído consigo un proceso intensivo de ocupación de los hábitats naturales, con el consiguiente perjuicio para la biodiversidad. Necesitamos mucha más coherencia en la ordenación del territorio.
Por Jesús Abad
Muchas veces desde los medios de comunicación e incluso desde las instituciones se habla de que faltan polígonos industriales, algunas infraestructuras y sobre todo viviendas, apelando a la necesidad de construir pero sin tener en cuenta las repercusiones en la biodiversidad. Para determinar si este mensaje es realista lo mejor es contrastarlo con los datos, teniendo en cuenta parámetros demográficos y de superficie construida en el espacio y el tiempo, con unas condiciones de vida que en parte se asemejen a las actuales, como es el caso de poco más de una generación o, lo que es lo mismo, los últimos cuarenta años aproximadamente.
Es algo que tenía curiosidad por saber, dada mi condición de geógrafo y amante de la naturaleza, añadida a la circunstancia de residir tanto en una gran ciudad (Madrid) como en un municipio rural de la provincia de Ávila, ante los grandes crecimientos urbanísticos observados en numerosos ámbitos territoriales sin apenas interrupción en el tiempo. Como era previsible, una situación así conlleva numerosas alteraciones en la biodiversidad del entorno afectado.
AUTOR:
Jesús Abad es geógrafo por la Universidad Complutense de Madrid y bombero forestal.
Dirección de contacto:
jabadsaga@yahoo.es
Recursos adicionales:
(1) Informe Evolución de la población (1981-2022/2023) y superficie urbanizada en España (1980-2019). Impactos ambientales y sociales
(2) Tabla de datos
Este contenido es un resumen / anticipo de una información cuyo texto completo se publica en la revista Quercus, tanto en su versión impresa como digital.