Dónde observar aves en el Guadiana pacense

CUALQUIER INGLÉS ES ORNITÓLOGO, mientras no se demuestre lo contrario”, les decía Francisco Bernis a sus alumnos en la Universidad Complutense de Madrid. En España aún estamos lejos de alcanzar semejantes cotas de interés, aunque poco a poco va desatándose una creciente afición por la naturaleza en general y por las aves en particular. Desde hace bastante tiempo, nuestro país ha sido más bien un destino ornitológico para los aficionados procedentes del centro y el norte de Europa, que solían dirigirse a nuestras regiones costeras. Es ahora cuando empieza a descubrirse el interior peninsular y Extremadura adquiere un especial protagonismo.

Los ornitólogos suelen buscar en tierras extremeñas nuevos destinos donde practicar su gran pasión. Muchos destinos son ya bien conocidos, mientras que otros pueden resultar atractivos por la presencia de especies de alto interés o por la escasa población humana. Lugares, en otras palabras, donde disfrutar de una jornada de campo sin más personas que las que forman nuestro propio grupo. Este es el caso, por ejemplo, del tramo internacional del río Guadiana a su paso por la provincia de Badajoz, fronterizo con Portugal. La zona engloba dos mancomunidades: Lácara-Los Baldíos, situada al norte de la capital pacense, y Olivenza, un poco más al sur.

Al abrigo del agua
Es una región bastante extensa y que engloba hábitats diferentes, todos ellos bajo el influjo del Guadiana, que se encargó de dibujar y configurar el paisaje. Este gran río fue llamado Anas por los pobladores romanos, sorprendidos por la gran abundancia de patos en sus aguas. Más tarde los árabes añadieron el prefijo “guad”, que significa “río”, y quedó conformado el nombre de Guadianas, precursor del actual.

Pie de foto: Macho de avutarda en los llanos de Valverde de Leganés (foto: Juan Pablo Prieto).