El apellido Verreaux ha quedado indisolublemente unido a las ciencias naturales del siglo XIX. Jaques Pierre fundó en París un negocio familiar dedicado al comercio de animales disecados, mientras que sus dos hijos, Jules y Édouard, recorrieron el mundo y describieron más de cien especies de aves nuevas para la ciencia.
Por Manuel García Sáez
En fechas anteriores al estallido de la pandemia de Covid-19, tuve oportunidad de hacer el inventario y la catalogación taxonómica de los especímenes naturalizados de vertebrados que forman la colección expuesta en el Museo de Historia Natural del Instituto de Educación Secundaria (IES) Antonio Machado de la ciudad de Soria. Además, redacté un informe pormenorizado de su estado de conservación material, tanto de los propios ejemplares como de sus soportes. Fueron más de cuatro meses de trabajo voluntario destinados a una exposición conmemorativa de los 175 años de existencia de éste histórico centro educativo, uno de los denominados oficialmente Institutos Históricos. Es decir, aquellos que se inauguraron en las capitales de provincia a mediados del siglo XIX al amparo de las ideas liberales del Plan Pidal de 1845 y la Ley Moyano de 1857. Estas normas obligaban a los institutos a montar gabinetes de historia natural, con material didáctico y científico de apoyo a la enseñanza en el aula, y contribuyeron a modernizar el sistema educativo español.
Fue un placer bucear en la historia de los ejemplares estudiados y sumergirme en esa época dorada de las Ciencias Naturales que, inspirada en la Ilustración y el consiguiente triunfo del pensamiento científico moderno, abarca la segunda mitad del siglo XVIII y buena parte del XIX. Es también la época de los grandes viajes científicos que permitieron descubrir tanto las maravillas y riquezas naturales del planeta, como las diversas poblaciones y culturas humanas que lo habitan.
AUTOR
Manuel García Sáez es biólogo y museólogo experto en conservación de bienes culturales. Durante 26 años trabajó en empresas privadas dedicadas a la conservación y restauración de bienes declarados de interés cultural (muebles e inmuebles) del Patrimonio Histórico Español. Desde 2013 vive retirado en un pequeño pueblo de Soria, donde disfruta de la naturaleza, cuida a sus animales y plantas y, en los ratos libres, cultiva sus dos pasiones: la biología y el patrimonio cultural.
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