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Es un momento clave para el futuro de uno de los humedales más importantes del litoral levantino peninsular. Las presiones para preservar los últimos reductos naturales del delta del Llobregat, a las afueras de Barcelona, colisionan con la dinámica desarrollista que ha hipotecado durante años a este humedal metropolitano en el punto de mira de la Comisión Europea.

Entre 240 y 250 pollos de flamenco (Phoenicopterus ruber) han nacido este año en la salina de Torrevieja (Alicante), de los cuales unos 230 completaron su crecimiento e iniciaron los primeros vuelos. El número es claramente inferior al del año pasado, cuando volaron 1.237 pollos de flamenco, por primera vez desde que se tienen registros y como quedó reflejado en las páginas de esta misma revista (Quercus 415, págs. 49-50). No obstante, el dato permite abrigar esperanzas de que este enclave se afiance como zona de cría de la especie.

Un estudio aún en curso va a permitir entender mejor, no sólo la ecología y el comportamiento de los buitres leonados y negros en Mallorca, sino también el funcionamiento de todo el gremio de carroñeros insulares, dado que tanto el espacio como el alimento son recursos limitados.

Los humedales ibéricos son esenciales para el paso migratorio del carricerín cejudo, el ave paseriforme más amenazada de la Europa continental. Un proyecto europeo, LIFE Paludicola, ha traducido el reto de conservar a esta joya faunística en medidas beneficiosas para nueve zonas húmedas de Castilla y León, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana.

El hecho de que sean improductivas para nuestros intereses económicos no significa que las malas tierras carezcan de valor científico y paisajístico. Es más, convendría no alterarlas demasiado con dudosos fines de restauración ambiental.

Primero, la agricultura intensiva llenó los llanos costeros de invernaderos. Después se impuso un modelo urbanístico caótico y desmesurado en nombre del desarrollo y del turismo de sol y playa. En la actualidad, la implantación masiva y sin planificación de parques eólicos y plantas fotovoltaicas arrasa con uno de los ambientes más espectaculares, desconocidos e incomprendidos del archipiélago canario.

El pasado 10 de agosto se recibió la última señal de una pequeña tortuga boba (Caretta caretta) que pronto cumplirá dos años de edad. Fue liberada el 5 de octubre de 2020 en el Parque Regional de Calblanque (Murcia), junto a sus veinte hermanas, tras un año de cría en condiciones de cautividad. Se le puso el nombre de Argonauta y, al igual que otras cinco tortugas, iba equipada con un dispositivo de seguimiento vía satélite. El objetivo era investigar la dispersión oceánica de la primera puesta de tortuga boba de la que se haya tenido noticia en la historia reciente de las costas murcianas.

Al menos once especies de aves marinas procelariformes se ven afectadas por la contaminación lumínica en Canarias. Las campañas de rescate de pollos deslumbrados ayudan a mitigar el problema, pero aún se necesita más información científica y más concienciación social para solucionar este impacto producido por las luces artificiales.

En este mes de octubre se cumplen doscientos años de la muerte de Félix de Azara, una de las figuras más relevantes del siglo de las luces en España. Como buen ilustrado, aprovechó una interminable labor diplomática en el actual Paraguay para emprender estudios pioneros sobre su flora y fauna.

En este mes de octubre se cumplen doscientos años de la muerte de Félix de Azara, una de las figuras más relevantes del siglo de las luces en España. Como buen ilustrado, aprovechó una interminable labor diplomática en el actual Paraguay para emprender estudios pioneros sobre su flora y fauna.