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Al norte de la provincia de Huelva se localiza la sierra de Aracena, uno de los espacios naturales andaluces menos conocidos por el gran público a pesar de su enorme biodiversidad. Protegido desde 1989 bajo la figura de Parque Natural, sus casi 200.000 hectáreas albergan un enorme mosaico integrado por un variado elenco de ecosistemas en los que habitan especies como la nutria (Lutra lutra) o el águila pescadora (Pandion haliaetus).

Desde hace años, el código ético de la Asociación Española de Fotógrafos de Naturaleza (Aefona) es la referencia para los profesionales y aficionados de esta especialidad. La mayoría de los concursos y eventos de fotografía de naturaleza en España exigen el cumplimiento de este código ético, que se ha convertido en una herramienta muy adecuada para minimizar los impactos de la práctica fotográfica en el medio natural.

WWF España presentó el pasado 8 de julio el proyecto “Centinelas del veneno”, en el que seis aves rapaces equipadas con dispositivos GPS permitirán con su seguimiento una mayor información y capacidad de respuesta frente al uso ilegal del veneno en el medio natural. Esta ONG recuerda que los cebos envenenados han acabado con la vida de más de 200.000 animales en los últimos treinta años, según sus propias estimaciones.

La Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse), en colaboración con Aguas de Murcia, ha publicado un manual dedicado a la conservación de los murciélagos. Esta publicación, de unas noventa páginas, pretende ser una herramienta práctica que permita la puesta en marcha de acciones a favor de los quirópteros por parte de colectivos ciudadanos, administraciones y empresas privadas.

La campaña de crowdfunding para crear el Fondo para la Defensa Jurídica de la Cordillera Cantábrica (FDJCC) ha logrado recaudar casi 50.000 euros, superando con creces el objetivo inicialmente marcado.

Ecologistas en Acción ha lanzado la campaña "Las tres mosquiteras", con la que pretende dar a conocer la importancia de conservar a las tres especies de aves insectívoras con mayor presencia en nuestras ciudades: el vencejo común (Apus apus), la golondrina común (Hirundo rustica) y el avión común (Delichon urbicum).

Si por algo se caracteriza la humanidad es por haber sembrado prácticamente toda la superficie del planeta en el que habitamos de construcciones que constituyen una verdadera trampa mortal para la fauna silvestre.

El Servei de Vida Silvestre de la Generalitat Valenciana y el Museo de la Universitat de València de Historia Natural han elaborado unas claves visuales para la identificación de la fauna. La más reciente en estar disponible ha sido la de los bupréstidos, un conjunto de coleópteros denominados escarabajos-joya por presentar muchas de sus especies colores muy vistosos e iridiscentes.

Con el nombre de Avian Medicine Research se ha puesto en marcha un proyecto destinado a impulsar la medicina especializada en aves salvajes en tres campos principales: investigación, conservación y formación.

En 2021 el Programa de Seguimiento de Aves Comunes en Primavera (Sacre), coordinado por SEO/BirdLife, cumple 25 años. Esta iniciativa de ciencia ciudadana ofrece datos consolidados y validados científicamente sobre el estado de conservación de más de cien especies de aves presentes en España, las más comunes, aportando más conocimiento que ningún otro sistema de seguimiento de fauna había facilitado en nuestro país.